ARQUEOLOGÍA PENÍNSULA IBÉRICA: Introducción a la colonización fenicia de la Península Ibérica

Comenzamos una nueva serie de entradas sobre la arqueología en la Península Ibérica, en orden cronológico iremos avanzando desde la llegada de los primeros pueblos "extranjeros" como los fenicios, hasta la llegada de los romanos. 


1 La Historiografía y el rechazo a lo fenicio a lo largo de la historia


Hay que matizar algo importante antes de sumergirnos en este punto, la diferencia entre fenicios y púnicos. Si hablamos o las fuentes hablan de fenicios, es que nos estamos refiriendo a fenicios del Líbano, que siguen rutas comerciales, son los orientales que vivían en Siria-Palestina desde el 1200 a.C. Los fenicios están en Fenicia, y a la Península Ibérica llegan en el S.VIII a.C. (ahora ya se sabe que en realidad llegaron en el siglo IX), hasta el siglo VI a.C. (573 a.C. cae Tiro bajo los asirios). Si se habla de púnicos, es porque ahora el foco difusor y emisor comercial y humano es la ciudad de Cartago (Norte de África), por eso ahora hablamos de púnicos, porque vienen del Norte de África. Otros autores hablan de fenicios orientales (Líbano), o fenicios occidentales (Cartago). 
Vamos ahora a ver cómo eran tratados los fenicios (o púnicos) por las fuentes en distintos momentos de la historia:
  • ANTIGÜEDAD: en la antigüedad, los autores clásicos describen a los fenicios como unos seres codiciosos, que vivían en las tierras de Canaán, en las costas sirio-palestinas. Pero debemos puntualizar que los fenicios, a sí mismos, ellos se llamaban cananeos, nunca fenicios. La palabra o el vocablo fenicio viene en último término de una palabra griega Phoinos, que pasará al latín como foenus, en esa estrecha franja litoral que es Canaán, con cadenas montañosas hacia el este. No sabemos qué significaba para los griegos la palabra Phoinos, quizás lo que esa palabra designaba era el color púrpura de sus indumentarias, color que se extraía del murex, caracol carnívoro marino (más bien, de la mucosidad de su glándula hipobranquial), con la maceración de las tripas con agua salada, y en función del tiempo de maceración, pues se podía obtener un pigmento desde el rojo intenso, al rosa clarito. Era un tinte muy demandado por el mundo griego. Además, los fenicios eran bárbaros a ojos de los griegos, por dos razones: por el habla (el cual les parecía tosco a los griegos) y porque hacían sacrificios humanos, ya que los fenicios llegaban a sacrificar desde recién nacidos hasta adolescentes.
  • SIGLO XVI: en este siglo, destaca el Padre Juan de Mariana, que escribe sobre los griegos y fenicios, y en sus escritos ensalza a los griegos, y los usa como antepasados de los españoles, mientras que tilda a los fenicios de ratas. El clima anti judío de la época (reciente expulsión de los judíos), llevaba a denostar todo lo que pudiese recordar a origen judío, como eran los fenicios.
  • SIGLO XVIII: Padre Flórez trata el tema fenicios de manera indirecta en sus catálogos de numismática, ya que se recogen las monedas con leyendas semitas procedentes de Malaka, Abdera (Adra), Sexs (Almuñécar), o Gadir. Eran los únicos elementos arqueológicos que daban indicios del pasado semita oriental (fenicio) de la Península Ibérica. Acuñaciones de época púnica, nunca fenicia.
  • SIGLO XIX: es un siglo donde surgen con fuerza los nacionalismos, todos los estudios históricos van encaminados a la búsqueda del pasado griego de la civilización europea, empiezan a emerger las primeras obras de síntesis, pero dirigidas casi exclusivamente a el mundo griego y al mundo romano, excluyendo así a los fenicios. Cuando aparece una referencia al mundo oriental es de modo secundario o marginal. Hay más problemas que se interpondrán en el estudio y reconocimiento de los fenicios:
· Se arrastran al siglo XIX los tópicos del Padre Mariana anti semita, por lo que en este siglo se sigue viendo a los fenicios como piratas, que se movían por instinto comercial, etc.
·    Desconocimiento general del próximo oriente.
·   Manejo de falsas cronologías, se seguía a Homéro y Hesíodo, y creyendo a estos autores griegos se afirmaba que Gadir se fundó 80 años después de la caída de Troya, es decir el 1100 a.C. Se ponía como válido para primeras oleadas de fenicios.
·     Otro problema es que no habían documentos arqueológicos.
A FINES XIX: a pesar de todos los problemas, se multiplican las excavaciones a finales de siglo en las que aparecerán elementos fenicios: en Cádiz, las excavaciones llevadas a cabo por Pelayo Quintero, en la llamada necrópolis de Punta de la Vaca, apareció un sarcófago masculino marmóreo y antropomorfo. Excavaciones también en las necrópolis de Carmona, llevadas a cabo por Bonsor. El problema: las excavaciones se llevaban a cabo sin rigor científico, sin metodología arqueológica, sumado a que la mayor parte de los resultados arqueológicos, no se publicaban. En 1890 Luis Siret llevó a cabo la excavación de Villaricos en Almería. Luis Siret habla de una etapa pre homérica (antes de 1100 según la supuesta fundación de Gadir), y otra post homérica después del 1100. Todas las excavaciones eran de contexto funerario, por eso nada se sabía de asentamientos, ni patrones...
  • SIGLO XX años 20 y luego postguerra civil: en la primera parte del siglo 20, van a destacar los trabajos del alemán Adolf Schulten. Él concebía el Mediterráneo como un conflicto entre el mundo ario (que él lo identifica con lo griego), contra el mundo fenicio-semita. Además, Schulten coloca a las poblaciones locales previas a la llegada de los fenicios, como es el supuesto caso de Tartessos (ya veremos lo que es realmente Tartessos), como unos emprendedores, cultos… etc. Es él quien va a buscar en el Levante y en la costa andaluza mediterránea una ciudad de planta semita, irregular, al abrigo de una colina, es decir, su objetivo va a ser encontrar la ciudad fenicia de Malaka. Schulten leerá a Estrabón, quien afirma que "Mainake está al lado de un río (río Vélez)", por eso Schulten pensará que Mainake fue una colonia griega destruida por los fenicios que fundaron Malaka. Los trabajos de Schulten en desembocadura del río Vélez no descubrirán ninguna ciudad griega, solo una ciudad fenicia de calles irregulares, etc. (las colonias griegas eran de planta regular). 
  • Luego en la post guerra civil española, salvo las excavación que se hicieron en Mañá (Ibiza) y en Lixus (Marruecos), salvo esto, no hubo más excavaciones en la Península Ibérica orientadas a la investigación semita, ya que las causas ideológicas lo impedían, por lo que el grueso de las excavaciones se dirigieron hacia el sustrato griego, ejemplo de ello es en 1947 cuando reciben un impulso los trabajos en Ampurias. No proliferaron nuevas obras de síntesis, u obras históricas. En estas fechas, García y Bellido, desde el Centro de Estudios Históricos de Madrid, redacta una obra que se va a convertir en la primera obra de referencia del mundo fenicio “Fenicios y cartagineses en occidente”, es un suplemento para la laguna que él reconoce que no estaba recogida en la obra Hispania Graeca.  García y Bellido, heredero de la tradición filológica alemana, lector de fuentes clásicas, y partidario de Franco, en esa obra de fenicios y cartagineses en occidente comete el error de cronología, ya que repite que Gadir fue fundada en 1100, además insiste en el carácter comercial de la colonización, y no oculta su filohelenismo. Aunque parece que es la primera obra de historia real en la Península Ibérica sobre los fenicios, no hay que dejar engañarse, porque mantiene la tradición, ideas y prejuicios del XIX sobre los fenicios.  


2. La valoración de lo fenicio en la segunda mitad del S.XX. Las excavaciones


Todo esta historiografía anti-fenicia llegará a su fin en la avanzada segunda mitad del siglo XX. Empieza este cambio de la mano del prehistoriador español Bosch Gimpera, quien empieza a cuestionarse ciertas cosas, por ejemplo, revisa los materiales arqueológicos y reconoce que hay disonancia entre cronología de los restos y fechas que le dan las fuentes clásicas, además, técnicas como el C14 habían ya aparecido, por lo que la datación más fiable empieza a ser posible. Gimpera empieza a pensar que la presencia fenicia en la Península Ibérica no son oleadas de bárbaros que vienen a arrasar a la población local, sino que este movimiento migratorio fenicio está motivado por la necesidad del pueblo, por la presión que los ejércitos de Asiria ejercen en sus tierras, por lo que a los fenicios no les queda más que huir. 
Gimpera ofrece nuevas cronologías después de los análisis, y dice que los restos más antiguos aquí son del siglo IX a.C., no del año 1100 a.C. En principio no tendrían mucho calado sus ideas, hasta bastantes años después. 
Estas nuevas ideas estarán acompañadas de nuevas excavaciones a partir de finales de los años sesenta, excavaciones que van por fin a conseguir arrancar el estudio por lo fenicio. Vamos a ver algunas de estas excavaciones

a) Excavaciones de los años 60
En estos años es cuando gracias a las excavaciones tendremos la confirmación arqueológica de que los fenicios habitaron ya la Península Ibérica en el siglo VIII a.C. en el litoral mediterráneo. En estas excavaciones es cuando se descubre la necrópolis de Laurita o también llamada necrópolis Cerro de san Cristóbal en Almuñécar (excavaciones llevadas a cabo por Manuel Pellicer). En estas excavaciones se encuentran tumbas de pozo, con restos incinerados en urnas de alabastro traídas de Egipto.
Además es  a partir de estos años cuando se inician las excavaciones sistemáticas con nueva metodología, excavaciones dirigidas por el Instituto Arqueológico Alemán de Madrid. Son estos años cuando también se excava Toscanos (la "Mainake" que buscaba Schulten, y que resultó ser una ciudad fenicia cerca de Vélez), y es también cuando se excavan las necrópolis de cámaras hipogeas en Algarrobo.  En 1969 se excava Cerro del Villar. Estas excavaciones en el litoral Mediterráneo del DAI (Instituto arqueológico alemán), buscaban entender el pasado fenicio de la Península Ibérica, así como catalogar datos de cultura material, corregir las cronologías mediante análisis de C14, entender qué transportaban mediante análisis palinológicos, entender cómo era la línea de costa en aquellos años... etc. Gracias a estos estudios se empieza a eliminar de la visión a los fenicios como saqueadores.
Principales enclaves fenicios e indígenas en el sur de la Península Ibérica
(Autor: Domínguez Monedero A. J.)

b) Excavaciones de los años 70
Es en estos años cuando emergen los primeros encuentros, congresos científicos, etc., que debaten la realidad fenicia como tal, ya apoyados en los datos proporcionados por las excavaciones de la década anterior. El mundo fenicio no solo hay que descubrirlo, sino que hay que interpretarlo, para dar respuestas a la cronología y a la concentración de asentamientos fenicios. Se va a distinguir lo fenicio de lo griego, pero se cae en un nuevo error: se acuñan términos como aculturación, fenómeno orientalizante… etc., ahora en este nuevo error se prima lo fenicio sobre lo indígena, parecido al error de antes (primar lo griego sobre fenicio). Es decir, no se pararon a pensar que los indígenas de aquí ya tenían su cultura y economía, y esto no se puede obviar.
Fruto de estos trabajos, se establece una cronología que viene a conciliar las afirmaciones vertidas en las fuentes clásicas con lo encontrado. Se llega a un acuerdo de dos períodos, uno “pre colonial”, cuya fecha es de 1100 hasta 750 a.C. y un “período colonial” de asentamientos fenicios que iría desde el año 750 a.C. hasta el siglo VI a.C. (más concretamente el 573 a.C., caída de Tiro).  A pesar de esto, la cronología es mala para la Península Ibérica, ya que posteriores descubrimientos arqueológicos demostrarán que ya había fenicios aquí desde el siglo IX a.C. (la primera fundación fenicia, la más arcaica de la Península Ibérica hasta la fecha encontrada es Morro de Mezquitilla). Dn la etapa Precolonial hay materiales fenicios en la Península Ibérica frutos del comercio (al igual que hoy hay productos chinos aquí), pero no hay todavía asentamientos fenicios permanentes en la Península, mientras que en la etapa colonia ya si hay asentamientos permanentes.
Dentro de estas fases se podría decir también que el Siglo VII a.C. corresponde con el momento de máximo esplendor de los emplazamientos, de especialización del trabajo, nuevas oligarquías, nuevos gustos…, y el  Siglo VI a.C., es por el contrario de decadencia y abandono.

c) Excavaciones de los años 80
En los años 80, la investigadora Maria Eugenia Aubet se incorpora a las excavaciones de los alemanes en el yacimiento de Chorrera, a partir de ahí, en 1987 publica “Tiro y las colonias fenicias de occidente”. En su obra no hay conceptos descalificativos del mundo fenicio. Ella intenta explicar la colonización fenicia diciendo que Fenicia es una franja limitada geográficamente, y por presión de los arameos al norte y los filisteos e israelitas al sur, hace que de la franja fenicia de 500 Km2, quede reducida a una Fenicia de tan solo 200 Km2. Esto provoca según ella un déficit agrícola y ganadero, desforestación y sobreexplotación, así que hay nuevas búsquedas de vías de abastecimientos en otros límites territoriales, y para salir de su tierra usan la vía natural de salida de esa franja: el mar. La primera plataforma fenicia fuera de los límites de Canaán es la isla de Chipre. Ella califica la colonización Fenicia de comercial, no militar.
Maria Euginia Aubet ha excavado en Tiro, en Biblos, y en muchos otros yacimientos fenicios, por lo que tiene una visión amplia del fenómeno de la colonización en la Península Ibérica. Ella encuentra las causas de esta colonización en los siguientes puntos (ya citados algunos):
  • Presión de pueblos que acotan más los límites de Fenicia.
  • Aumento demográfico, más déficit agrícola.
  • Deforestación asiria de los bosques de cedro fenicios, que les proporcionaban grandes beneficios comerciales.  
La presencia fenicia aquí, debió ser una práctica que conocemos, sería una política de clientela, de amistad, de hospicio, se defiende esta visión pacífica porque en la arqueología no hay:
  1. Indicio de inestabilidad, no existen murallas ni recintos defensivos, por lo que no hay guerras.
  2. Los asentamientos son dispersos y poco poblados, lo cual militarmente es una locura.
  3. No hay frontera territorial, cuando estas tierras primitivas tienen como su fuente de riqueza la tierra (ganadería y agricultura). Es decir, los fenicios no cultivan ni crían ganado aquí en la gran mayoría de los asentamientos (hay excepciones).
  4. No hay muestras de armamento en enterramientos fenicios, no hay armas, ni proyectiles. Por esto debió existir un acuerdo entre fenicios y poblaciones locales.
Cuando Aubet dice que responde la colonización a un modelo de diáspora comercial, pretende justificar la concentración de enclaves fenicios en la costa, y dice que el modelo de diáspora comercial responde a comunidades independientes pero interrelacionadas entre ellas, donde cada uno de estos lugares asumiría una determinada función. Estos enclaves se nutrirían de las relaciones con el entorno, con las relaciones de las comunidades indígenas. Cuando el comercio dejara de ser rentable para los enclaves fenicios, este entramado desaparecería. Cada enclave fenicio estaba dedicado a una actividad o producción (esto es especialización) según afirma Aubet (aunque estas teorías han quedado desfasadas).
Toda esta red comercial dependería de Tiro, y se controlaría desde Tiro, con los templos en estos lugares: templos de Melkart (dios de la tempestad, fuerza, naturaleza, al que los navegantes se consagran, es el dios nacional), templos de Astarté (su hermana y esposa pareja) y Baal. Estos templos serían en sí mismos unos lugares administrativos, centralizarían los excedentes y llevarían a cabo la dispersión de los productos. Más bien estos templos serían usados como almacenes, asumen excedentes y organizan el reparto de los excedentes por el Mediterráneo. Suelen tener altar, sitio votivo, etc.
Para Aubet, a excepción de Gadir, ninguna de las fundaciones tuvieron el carácter real de colonia, porque no tenían elementos de una verdadera colonia, porque para ser colonia tiene que parecerse a la metrópolis. Estas fundaciones eran pequeñas, reducidas, con abundancia de almacenes, embarcaderos, y ausencia de murallas y templos en las mismas, por lo que salvo Gadir el resto de los enclaves no tuvieron un perfil colonial. Solo Gadir fue una colonia. Con lo cual, según ella, aquí tendríamos el reflejo o espejo de la propia Tiro. Tiro en el Líbano, y en el extremo más occidental su imagen con Gadir. Hay que decir que esta teoría ya está confirmada como falsa.
Círculo del estrecho: aquellos lugares y fundaciones controlados por Gadir, según esta tía.

Cuando llegan aquí fenicios, lo que se encuentran ellos son poblados indígenas del bronce final con casas de plantas circulares. A raíz del establecimiento de estos enclaves en el siglo VIII a.C. y sobre todo en el VII a.C., la demanda de metales y relaciones entre ambos pueblos produce un cambio en lo poblados indígenas, que se modernizan y adaptan plantas rectangulares, se forman poblados mineros… etc.  Parece que los fenicios se nutren de manos de obra indígena, hay algunas fábricas como en Vélez, que está construida con mampuestos al modo ibérico. También encontramos cerámica indígena en viviendas fenicias… etc. En las tumbas indígenas (las principescas tartésicas), nos vamos a encontrar elementos orientales, como amuletos, escarabeos, fíbulas…etc.
Los fenicios traen cerámica griega, cosas de Egipto (vasos de alabastro, escarabeos…), cosas de Italia…, que son demandadas por los indígenas de aquí.
Aubet precisa más el tema de la cronología, rechaza que las fundaciones como Gadir sea del 1100, la fase colonial, añade que la mayoría de las fundaciones nacen hacia el 750 a.C., y que es a partir del 720 a.C., cuando se reconoce en el registro la existencia de nuevos grupos humanos que traen nuevos gustos y nuevos ritos. Se ve el cambio de rito, en primer momento la incineración muy generaliza (urnas y más urnas con cenizas), pero a partir de este momento, convive la incineración con la inhumación (quizás nuevas familias que se incorporan). El siglo VII a.C. es de mayor desarrollo y esplendor, talleres metalúrgicos a las afueras de los espacios urbanizados.
Mediados del siglo VI a.C. es la decadencia ¿Por qué cae la red de Tarteso con los fenicios? Porque cae la metrópolis de Tiro, y por otro lado se descubren filones de plata en el Líbano, por lo que baja la demanda de plata en la Península Ibérica. A partir del siglo VI a.C. grandes cambios se dan en estas comunidades, parece que los indígenas reclaman el territorio. Hay enfrentamiento según Aubet, reclaman el territorio como fuente de poder los indígenas. Esta red tan sólida empiece a diluirse. Surgen grandes aristocracias familiares entre los indígenas.


3. Economía fenicia: rutas comerciales y principales enclaves


Los fenicios existieron a lo largo de cientos de años, es por ello que no durante todo el abanico cronológico no se dedicaron o vivieron bajo unas mismas circunstancias. Así por ejemplo, en el Bronce antiguo (desde el 3000 a.C.), los fenicios se centraron en el Mediterráneo oriental, y ya se definía el carácter marítimo y comercial de este pueblo, destacándose Biblos como puerto. En el Bronce medio, en cambio surgen otras ciudades fenicias importantes como Tiro, Sidón, Ugarit… etc. Pero la gran expansión se dará en el Bronce final, que es cuando se inician los contacto con Egipto, Micenas, Chipre… y se desarrolla la escritura alfabética con 22 signos consonánticos, la lengua semita, que la vamos a encontrar sobre todo en las acuñaciones monetales. Toda esta red, desaparece cuando la ciudad de Tiro cae. 

¿Qué rutas seguirían estos marineros y comerciantes que salen desde el puerto de Tiro? Dos rutas marítimas: la ruta de las islas, y la ruta del norte de África. La primera ruta, sería la normal, que exigiría una navegación de cabotaje durante el día, y a mar abierto durante la noche, siguiendo la observación de la estrella polar (mar jónico, Sicilia, Cerdeña, Ibiza, Levante y Andalucía…).  La ruta del norte de África, sería la ruta que recorrer toda la costa Norteafricana.
Para llegar a la Península Ibérica los fenicios usaban la ruta de la islas, porque la corriente marítima del Mediterráneo les sería favorable. Usaban Birremes de vela fija, con doble fila de remos, eran naves muy pesadas que tienen que ser atracadas en fondeaderos, en desembocaduras de los ríos (no sirven para ascender los ríos). Luego una vez llegados a las desembocaduras de los ríos, los fenicios usarían las llamadas jábegas para remontar los cursos fluviales. El estrecho les debería costar un poco, es cuando el flujo marítimo cambia.
Luego, para volver a Fenicia se usaba la corriente del norte de África, ya que esta corriente empuja los barcos hacia Oriente. El viaje se produciría en verano, desde finales de Junio, hasta mediados de septiembre, necesitando desde Tiro hasta Gadir, unos 80 o noventa días para cubrir la trayectoria. 
Rutas marítimas fenicias
Base económica fenicia:
Ø  Agricultura: olivos en la Península Ibérica, cultivo de cereal, etc. (hay molinos de mano…etc.).
Ø  Ganadería: todas las reses fueron explotadas, excepto cerdos, por lo que cuando aparecen cerdos en yacimientos se sabe que era carne aprovechada por los indígenas.
Ø  Explotaciones forestales: la madera fue muy apreciada y comerciada, lo cual llevó en algunos sitios a la degradación del terreno, como en Cerro del Villar, que llevó a esquilmar ciertos bosques, con lo cual el terreno se hacía inundable. 
Ø  Elaboración de contenedores cerámicos: los fenicios fabricaron muchísimas ánforas de saco, pithoi, ajuar, vasos, jarros… etc., porque les hacía falta para transportar productos, además la embarcación debía estar cargada siempre para la correcta navegación.
Ø  Producción del murex: para la venta de tintes.
Ø  Recursos pesqueros (Salazones): comida salada y venta de conservas.


Yacimientos Fenicios destacables a describir de oeste a este:
No hay estructuras domésticas fenicia más allá del río Segura en el Levante, más al norte de eso no hay por ahora descubiertas. Así que los yacimientos destacables a la fecha son:
  1. Gorham Cave: es un cúmulo de materiales en una cavidad. Responde a un espacio mistérico, de culto, no responde a estructura de comercio, son amuletos, escarabeos, terracotas  (en una cavidad oriental en vertiente, que cae hacia la cota marítima), pero es santuario de época púnica.
  2. Asentamiento del Cerro de Prado: en la orilla izquierda del río Guadarranque, en la Bahía de Algeciras. Aledaño a Carteia. En los años 70 se documentaron estructuras y materiales que hacían llevar el yacimiento a un horizonte del siglo VII a.C., estando en vigor hasta el siglo IV a.C. Desgraciadamente el establecimiento de áreas industriales sobre el yacimiento, lo destruyeron.
  3. Yacimiento de Guadiaro / Alcorrín: no hay excavaciones, pero este asentamiento debió tener un importante papel con otro enclave al menos en sus primeros momentos como se conoce a raíz de excavaciones últimas del Instituto Arqueológico Alemán (IAA), en Alcorrín, Manilva. Los últimos momentos de Alcorrín, que se consideran indígenas (pero con contactos fenicios), están ligados a Guadiaro. Parte de población de Alcorrín, se fue a Guadiaro.
  4. Salduba: en Estepona. Materiales del siglo VI a.C., en superficie, y aunque la consideración de un establecimiento fenicio no es totalmente segura, puesto que los trabajos que se han realizado responden más a prospección que excavación, al menos en época púnica debió existir algún enclave.
  5. Suel: en Fuengirola, donde está el castillo, sobre todo hay materiales griegos. Los alemanes excavaron de 1989 a 1994.
  6. Cerro del Villar (Guadalhorce), que veremos más adelante en profundidad.
  7. Malaka (promontorio de la alcazaba Gibralfaro), que también veremos en las entradas siguientes.
  8. Toscanos, en el río Vélez.
  9. Morro de Mezquitilla (cerro del Algarrobo).
  10. Sexi, junto a los ríos verde y seco (en Almuñécar).
  11. Salobreña, junto al río Guadalfeo en su desembocadura.
  12. Abdera (Adra) como población importante (en la provincia de Almería), materiales del VII a.C. en adelante.
  13. Provincia de Almería noticias no constatadas en desembocaduras de los ríos Andarax y Andax, se encontraron materiales fenicios
  14. Cuevas de Almanzora, el yacimiento de Villaricos es también fenicio.
  15. La Fonteta (Alicante)
Luego en costa Norteafricana, se encuentra Lixus con restos de estos navegadores, también en Melilla hay enclaves fenicios. 

Nada más por hoy, en las próximas entradas veremos más a fondo algunos de los enclaves fenicios más importantes, para así poder comprender mejor a dicho pueblo. 


¡Feliz Domingo! - Hacer historia, aprehender la historia, aprendes la historia
30/Julio/2017

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