La entrada de hoy va a versar sobre la industria española en la Edad Moderna y los intercambios comerciales que se dieron en la época. Vamos allá.
1. La industria
El crecimiento de la población, la ampliación e intensificación de los grandes circuitos comerciales y el desarrollo de los núcleos urbanos favorecieron desde la segunda mitad del XV una notable expansión del sector secundario en ciudades y villas y también en muchas comarcas rurales. Hay que alimentar a las personas, darles calzado y vestido etc., pero las ciudades poseerán otro tipo de industria como son la cultura y el mecenazgo cultural.
A) INDUSTRIA TEXTIL:
Sin embargo el sector más importante es la industria textil que es la riqueza de ciudades del centro peninsular como Segovia, Cuenca y Toledo pero de otras ciudades como Ávila, Palencia, Villacastín (con una industria textil relevante) también serán centros importantes de la industria textil.
La preparación y producción textil lo realizaban las familias campesinas mediante el domestic system o sistema doméstico de hilado, aprovechando el tiempo libre que proporciona la agricultura, lavan lana y la hilan, es decir preparar la lana para la fabricación de los textiles. Esta actividad se puede realizar en la propia casa del campesino.
El domestic system provocó que hubiera muchas diferencias de calidad en la lana. De esta forma a principios del XVI se promulgan unas ordenanzas que unifican la calidad de la lana. A pesar de esas normas se diferencian dos tipos de tejido en Castilla: en la zona norte había paños de baja calidad hechos con la lana más basta para el consumo comarcal y que servía más de subsistencia. Mientras en estas ciudades se usaba la lana más fina y tejida por gremios especializados, con mayor calidad, precio y uso mayor. En la calidad de la lana las ovejas churras dan una lana más basta que se utiliza para el uso interno mientras que la merina produce una mucho más fina para el paño fino o la exportación.
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Ovejas merinas - Imagen de dominio público |
En el siglo XVI la industria textil se expande muchísimo, aumentan la cantidad de paños y las personas implicadas dicha industria. Además, la masiva introducción del sistema doméstico en las familias hace que los gremios pierdan importancia ya que, el mercader fabricante poseía la materia prima, los batanes y era quien traía de importación los tintes, y por lo tanto se podía permitir, una vez que los campesinos le hubieran hilado la lana, el contratar maestros para que le elaboraran los paños en sus instalaciones. El mercader por tanto tomará un papel más importante ya que era el que compraba lanas tientes y además contaba con los instrumentos necesarios para elaborar el producto final consiguiendo con menor costo la misma calidad. Con esto estamos ante las puertas de un factory system prístino y muy rudimentario que no llega a ser una fábrica. Este sistema de factoría se orientaría más a la unificación del proceso en una factoría donde se desarrollan las diversas labores de producción.
Este nuevo sistema hace que coexistan los gremios tradicionales frente al uso del domestic system y la creación de factory system (un sistema industrial). No se crean realmente fábricas ya que, por una parte, las condiciones técnicas del momento no permiten centralizar el proceso en una fábrica. Además, si la gente es totalmente dependiente de este trabajo (en este momento era un complemento a su labor en el campo ocupando los tiempos muertos) tiene que ser el salario más alto y por tanto los resultados comerciales no serán tan beneficiosos al comerciante.
Así estos mercaderes-fabricantes son fabricantes sin fábrica y se encargarán de mover toda la cadena desde la obtención de la materia prima, su elaboración y su venta sin tener un lugar centralizado donde realizar todas las tareas. Este sistema doméstico de llevar el material al que realiza la tarea y que lo elabore se lleva hasta sus extremos, se lleva el material a hilanderas e incluso a los maestros tejedores que les lleva las materias primas. El comerciante, tienen como factor fundamental a su favor que es el que consigue el material a un precio especial. Por ejemplo un comerciante puede vender a los proveedores de las materias primas para luego obtener un buen precio del productor directamente.
Evidentemente en estas ciudades el sistema doméstico y los mercaderes fabricantes van a prosperar mucho ya que va a tener los fabricantes para hacerlo y también porque existen muchos campesinos que tienen mucho tiempo libre. La mayoría cultivan cereal que tiene unos tiempos de trabajo muy determinado y en los momentos de mal clima se puede recurrir a otro tipo de actividad como el hilado, lavado o cualquier otro complemento de la industria textil. Esta situación llegó hasta el punto que existen familias que no tienen tierras y actúan de jornaleros en verano y en invierno hilan a cuenta de otros. Sería una forma de vida mixta entre obrero industrial y jornalero. Estamos, por tanto, ante el nacimiento de unos nuevos grupos sociales que dependen cada vez más de las ciudades y que son el paso previo al nacimiento de una clase obrera independiente del trabajo del campo, independientes de los gremios que trabajarán como asalariados en diversas tareas relacionadas con la producción de algún bien.
Hablemos ahora de la seda. La seda se cultiva fácilmente todo dependerá de la tierra que tengas sembrada de morera en el campo, que te permitirá cultivar mayor número de gusanos. En la seda se va a notar aún más la entrada de capital mercantil en la industria, ya que requiere de procesos más cuidados. Los centros más importantes son Granada, Toledo, Valencia y Córdoba en los que la seda se vende tanto cruda como tejida. La cruda se vende al exterior principalmente a genoveses que controlan el mercado mediante el adelantamiento de los pagos.
La expansión de la seda en el XVI no impide que se exporte seda bruta sobre todo a Italia porque los artesanos de la seda solían ejercer como empresarios, solo va a existir una ruptura en esa tendencia expansionista de la seda en Valencia por la revuelta de las germanías. El problema de estos centros sederos lo tenían Toledo y Córdoba ya que ninguna de las dos zonas son zonas de cultivo de seda y dependen del exterior tanto para comprar el material como los tintes. Mientras que en Granada y Valencia había artesanos fabricantes que vendían su producción, en Toledo y Córdoba solamente hay comerciantes que le dan su seda a artesanos.
B) CRISIS DE LOS GRANDES CENTROS INDUSTRIALES:
Los centros industriales entran en crisis en torno a 1570-1586 coincidiendo con una crisis generalizada, la finisecular del siglo XVI, general en toda Castilla pero que en Aragón fue menos aguda.
Los propios contemporáneos identificaron algunas de las causas de esta decadencia, entre éstas apuntan a que cada vez había menos pastos y se podía mantener menos ganado, por tanto la producción de lana disminuyó y la que había era más cara. Pero la lana inglesa del siglo XVIII era baja de calidad y en vez de hundirse su mercado, lo acapararon con productos de baja calidad en época de crisis. Aquí, en España, nos rendimos y vendemos la materia prima al exterior. Los contemporáneos decían que había menos lana, era más cara y que se dejaba entrar mucho tejido (ya elaborado) desde el extranjero. También se habla de la presión fiscal que sufría la industria, sobre todo en las ciudades, la tierra no se gravaba solo el trabajo y la industria. En estos años empieza a observarse un empobrecimiento general de la población, empiezan las dificultades y el lujo en el vestido es de los primeros gastos que se elimina.
Evidentemente, estos factores han podido ser documentados por los historiadores. Durante todo el siglo XVI hubo una lucha importante entre los comerciantes, los señores que poseían ganado y los fabricantes. Este conflicto surgió cuando se conseguía el dinero más fácilmente exportando la lana que trabajándola en España y a partir de ese momento se produjo la exportación de materia prima. Existió una normativa por la cual al menos 1/3 de la lana tenía que tejerse en el país lo que denota una gran exportación, que estaba dañando la economía del país ya que el estado se ve obligado a imponer una normativa en esta materia.
Unido a todos estos factores no existió en Castilla una protección aduanera que impidiera la entrada de tejidos extranjeros y la exportación de materia prima, siendo éste el principio del mercantilismo que se dio en Europa en el siglo XVII. Llegaban muchos tejidos y los nacionales además de ser menos competitivos tenían la presión fiscal muy fuerte que hacían que se encareciera. Los tejidos son más caros y se retraen los que quieren invertir en la industria, invirtiendo en juros (similar a letras del tesoro o pagarés del tesoro se llaman juros porque el rey juraba que se devolvería un dinero) y compras de tierras o censos.
Felipe II aumenta los impuestos (hasta niveles insoportables) para solucionar la deuda de la monarquía, aumenta el diezmo del mar, grava el comercio, crea un nuevo impuesto llamado derecho de lanas, estanca las salinas y el azogue (imprescindible para la fijación del tinte), sube las alcabalas que fijan los contactos comerciales, crea los millones, etc. Felipe II, en su reinado, triplica los encabezamientos de los pueblos, cuando se fija un impuesto se le atribuye una cantidad a la ciudad y la elite de la ciudad es quien decide cómo se distribuye ese dinero. Así, en Castilla, el dinero se busca en el comercio de lana, en la costa mediterránea esos productos que se exportan como aceite, vino, pasas, etc. que son su principal riqueza. La presión fiscal repercute directamente en la industria.
Si a todas estas dificultades añadimos que la agricultura tiene dificultades y que el crecimiento de la población se está frenando, hay menos gente que quiera comprar y hay gente que tiene menos dinero. Cuando la lana se paga a bajo precio la industria y la mano de obra se traslada al campo porque hay menos gente que quiera trabajar en eso. De la industria del siglo XVI resiste mejor Aragón ya que posee paños más baratos y lana peor calidad que tienen mejor salida en esos tiempos de crisis. Por lo tanto, de una industria textil floreciente a principio del siglo XVI a finales del siglo XVII solamente quedan restos y ya no podemos hablar de industria textil floreciente. El siglo XVII será el de la industria textil importada fundamentalmente holandesa ya que forman parte de nuestra Corona y tienen un mercado más competitivo. Con todo esto Castilla se desindustrializa de forma que será la que más trabajo le cuesta recuperarse de esa crisis del siglo XVII.
C) SIDERURGIA E INDUSTRIA NAVAL:
A diferencia de la industria textil que está repartida por todo el territorio, existirán otras que precisaban, por la complejidad o costo de las instalaciones, estar más concentradas como son: la construcción naval y la siderurgia.
En lo que respecta a la construcción naval, serán Vizcaya y Guipúzcoa los principales centros porque unen la presencia de grandes bosques con presencia de hierro. Los barcos que se construyen en el País Vasco son muy caros y poco versátiles, por tanto, van a decaer a fines del siglo XVI ya que van a ser muy poco competitivos. Otro centro de importancia será Barcelona con las reales atarazanas que van a resistir sobre todo porque se van a dedicar a construir el barco por excelencia en el Mediterráneo: la galera, que seguirá siendo útil durante un largo período de tiempo. Ante este panorama, los barcos que se requieren para el comercio, militar, etc. se compran en el extranjero a ingleses, franceses y holandeses. Asimismo, es más importante la construcción en América donde existen maderas más duras y resistentes para la navegación en aguas más cálidas.
La siderurgia se desarrolla en Vizcaya, Guipúzcoa, Pirineos Catalanes y cornisa cantábrica. Existen en estos lugares minas de hierro que son a cielo abierto y se trabajan con facilidad y además esas zonas tienen privilegios fiscales para la importación de material. Se permite que compren hierro bruto y lo manufacturen en España (el hierro es una materia estratégica para poder fabricar cañones). Además, esa zona posee una abundancia de bosques para el combustible aunque en muchos casos se usa la energía hidráulica. A mediados de siglo, esta industria, va a comenzar a decaer porque los holandeses fabrican lo mismo, más barato y cuesta menos traer las piezas metálicas de Holanda que producirlas.
2. Intercambio de productos
Lo que llamamos Monarquía Hispánica está compuesta a base de integrar territorios en los que se intenta rentabilizar sus recursos de forma global. Hay una población que está creciendo en el siglo XVI, ciudades que se desarrollan y con una expansión comercial importante, los impuestos y la presión fiscal se basan en las ciudades con las alcabalas y en el comercio como las rentas de aduanas. España es la puerta del comercio de metales preciosos de América, llegaron cantidades ingentes con una variada influencia en todos los ámbitos.
A) LOS METALES PRECIOSOS, CRÉDITOS Y LAS FERIAS:
Si algo conocemos con total detalle del comercio de la Monarquía Hispánica en la edad moderna es la entrada de metales preciosos, de los que se llevó un control muy exhaustivo. Siendo el siglo XVI el más fiable puesto que en el XVII se intenta ocultar parte de la entrada de metales preciosos que llega a Sevilla. Los metales preciosos tienen dos ciclos distintos. El ciclo del oro, bastante corto, que se compone principalmente por objetos de culto de los indígenas, que vienen muy rápidamente a España. A partir de 1530 las cantidades de oro son mínimas y empieza el ciclo de la plata que, en este caso, procede de la mina pero son cantidades muy importantes. De todos ellos corresponde a la Hacienda Real el 17% por el llamado quinto real (en Castilla la hacienda real y el patrimonio del rey es lo mismo no hay controles sobre cómo se gasta, en Aragón si se distingue).
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Galeón español en el que se transportaba la plata - Imagen de dominio público |
Las consecuencias fueron muy variadas, por un lado, consiguieron una estabilidad monetaria muy grande. Se acuñan las primeras monedas de oro uniforme que tienen un valor fijo en España y en toda Europa, son una moneda de comercio generalizado en el mundo por su elevada fiabilidad en la metrología y metal, por ejemplo, el excelente castellano, llamado escudo, y el real de plata serán de uso generalizado en el mundo aunque la moneda de cuenta común es el maravedí (un real de 34 maravedíes). Los metales preciosos se acuñan y se tesaurizan, es decir se convierten en de tesoros (se almacenan monedas de oro y plata para guardar). Cuando hablamos de tesaurización también se entenderá que hablamos de objetos de culto y joyas que son habituales en la época.
La llegada de metales preciosos va a causar también, aunque es tema de controvertido debate, la revolución de los precios. Parece que el valor del metal precioso bajó y que todo costaba más, los precios subieron hasta un 4,5% pero no podemos decir que la llegada de plata americana sea la causante de la crisis española, pues si bien los productos eran más caros existía más gente que quería comprar y más fiscalidad. No todo el metal entró directamente en la economía algo salió de la economía para ser guardado atesorándolo y lo importante es que la mayor parte de ese metal salió al exterior o bien de contrabando o legalmente, porque la Corona e incluso comerciantes lo ofrecían como garantía para créditos, aunque las leyes no permitían que el metal precioso saliera de Castilla.
En los momentos en los que la economía no se tambalea el dinero no sale de España pero se busca un sistema alternativo al metal como, por ejemplo, el que tenían los genoveses y alemanes que lo usaban para comprar mercancías y así sacan beneficios en España (no se exportaba el dinero pero sí las mercancías). Esto hizo que la materia prima saliera directamente de España y, por tanto, la industria se quede sin materia prima con el consecuente debilitamiento.
Cuando la situación económica se pone difícil el préstamo ya exige que el oro y la plata salga de España, así, todo lo que entra desaparece directamente con los “permisos de saca” y España se convierte en la puerta de entrada y salida de los metales preciosos. Solo quedan los tesoros de las familias que ahorran y los tesoros de la iglesia, y en España se funciona directamente con moneda de vellón y los mercaderes internacionales funcionan con moneda de plata española. Al final del siglo XVI en Castilla no queda moneda buena solo existen vellones y son los que en el siglo XVI se resellan y cambian de valor. Por tanto, es muy difícil recuperarse una crisis en la que tenemos tantas causas variadas.
Durante este siglo XVI se desarrollan notablemente los instrumentos de crédito, las obligaciones (préstamos a corto plazo), censos (préstamos a largo plazo), letras de cambio (una forma de girar dinero a plazas lejanas, suele estar vinculada a las mercancías pero acaban convirtiéndose en un instrumento de crédito), señalamientos (avance de cantidad de dinero a los ganaderos por la lana de la siguiente producción), y los seguros marítimos ya que sirven para la expansión marítima comercial. En este caso los armadores aseguran el barco y la carga a cuenta de unos beneficios que pueden obtener. Los intereses pueden abarcar del 20% al 85% lo que vislumbra los beneficios que se podían obtener en una campaña.
Las ferias fueron los lugares donde se negociaban mercancías y dinero y serán de gran importancia mientras no se permitan las sacas de dinero, comunicaban España y Portugal, y en ellas se compensaban pagos, se concertaban préstamos, se intercambiaban objetos, etc. Sin embargo, las ferias tienen dos problemas: una la saca de metales preciosos y otro las bancarrotas reales que se declaran en 1557 y 1575 que provocan quiebras generales de casas comerciales y parten el sistema de forma que, de un circuito que recorría toda Castilla, solamente quedan Medina de Rio Seco y Villalón pero durante poco tiempo más. En el XVII se acabará perdiendo su importancia y peso en el comercio.
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Grabado que representa la feria medieval de Champagne - Imagen de dominio público |
B) LOS PRINCIPALES CIRCUITOS COMERCIALES:
A lo largo del siglo XVI, la política comercial, preocupada ante todo por el abasto, tendió a favorecer las importaciones de alimentos y productos manufacturados. Por tanto, todas las ciudades y reinos favorecían la importación de productos alimenticios y manufacturados sólo después se apreciaron sus efectos en el país, cuando la competencia exterior resultó ruinosa para la industria, sobre todo la textil.
Castilla fue un reino abierto a los productos foráneos y a través de las ferias se distribuían por todo el territorio. Por ejemplo, una relación de importaciones de mediados de siglo menciona hasta 37 artículos procedentes del reino de Portugal. De Flandes (70 artículos) se importaban tapices, lienzo, paños y sedas, de Italia rosarios, sortijas, relojes, espejos, naipes, tijeras, etc. De Inglaterra llegaban paños, cueros, y un largo etc. que nos da una idea del nivel de importaciones que se recibían en España. Esta labor de entrada se realiza mediante un conjunto de de rutas comerciales.
La mayor parte de los circuitos comerciales estaban presentes desde la Edad Media pero se intensifican en el siglo XVI. Por esas rutas entraban en Castilla productos y vendíamos la lana como materia prima fundamental. Una de estas rutas atravesaba la península del Cantábrico al Mediterráneo. El comercio se organizaba por el Consulado de Burgos creado en 1494 y salían por el puerto de Bilbao, con un Consulado propio, desde donde también se exportaba el hierro de Vizcaya y Guipúzcoa a cambio de cereales.
A través de esas rutas bajaban a la meseta productos textiles, hierro en barras y artículos de metal, tintes, papel y libros que se distribuían en las grandes ferias. La rebelión de los Países Bajos dificultó la navegación por el Canal de la Mancha, disminuyendo la exportación de vellones aunque Francia recoge parte de este producto pero no en cantidad suficiente. La ruptura de este circuito comercial y los trastornos del sistema de ferias con Felipe II, distorsionan el comercio cantábrico de Castilla y el comercio Mediterráneo tiene un gran impulso.
Desde 1573 las ciudades italianas se convierten en el mercado de las lanas y los puertos de los que sale son Alicante y Cartagena hasta la crisis lanera e industrial de 1590. También se establece una ruta de la plata que dirigía el metal a Barcelona y Génova (de manera legal o ilegal). El Mediterráneo tendrá también un centro neurálgico en Valencia desde donde se exportará esparto, frutos secos y arroz y se recoge el trigo de Sicilia y los textiles italianos. El comercio interior de Castilla por tanto se hunde debido a esta ruptura de la ruta cantábrica aunque el comercio del Mediterráneo resiste hasta el siglo XVI.
Pero si hay una gran novedad en Castilla (y en el mundo entero en aquella época), es el comercio con las Indias (América) que tenía el puerto de Sevilla como sede del monopolio por sus excelentes condiciones portuarias. Fue un centro importante ya que tiene gran cantidad de población y un entorno dedicado a la agricultura que le garantiza el abastecimiento y productos exportables como trigo, aceite y vino. Era un puerto entre el Mediterráneo y el Atlántico en el tráfico de esclavos negros y guanches, y con los colorantes y el oro del Sudán gracias a las expediciones al norte de África.
Además existían grupos de mercaderes extranjeros que usaban mecanismos modernos de financiación, y solo le perjudicaba que la navegación por el Guadalquivir fuera difícil (aunque sirvió como defensa) lo que dio importancia a Sanlúcar de Barrameda y a su “barra” pues los capitanes conocían ese escollo que se constituye en un elemento de protección muy importante.
Los registros de la Casa de la Contratación nos permiten conocer muy bien ese tráfico que tuvo un desarrollo espectacular. Las naves cada vez tenían un mayor tonelaje y viajaban más, aunque hay años en los que no crece la misma proporción por conflictos internos y estancamiento relacionados con el proceso de la conquista. De las mercancías transportadas lo único que conocemos con precisión son los metales preciosos que son lo que interesaba a la Corona por el quinto real.
Sabemos que el comercio estaba reservado a los castellanos pero a los participantes (no a las mercancías, que podían ser de cualquier sitio), muchos mercaderes enviaban tejidos manufacturados de Italia o del norte de Europa y otros foráneos usaban a comerciantes españoles para llevar sus negocios como testaferros. Hay muchos sectores sociales que van a participar en el comercio americano pero el predomino es de la burguesía mercantil castellana, vizcaína y genovesa.
Pues bien, con esto ya hemos terminado el repaso general a la situación española del comercio e industria. En posteriores entradas trataremos estos temas también, aunque de manera secundaria o complementaria a explicaciones de historia política.
Pues bien, con esto ya hemos terminado el repaso general a la situación española del comercio e industria. En posteriores entradas trataremos estos temas también, aunque de manera secundaria o complementaria a explicaciones de historia política.
¡Feliz Domingo! - Hacer historia, aprehender la historia, aprendes la historia
21/Agosto/2016
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