Hª EDAD MEDIA Península Ibérica: el reinado de Pedro III el Grande de Aragón

En la entrada anterior vimos el gobierno de Jaime I el Conquistador. A la muerte de este monarca, sube al trono de Aragón su hijo Pedro III el Grande de Aragón, que tuvo con su mujer Violante de Hungría. Su reinado será corto, desde 1276 hasta 1285, pero muy fructífero para la Corona de Aragón, gracias a la intervención en Sicilia.  


1. Pedro III el Grande: la situación en la Península Ibérica y en el Mediterráneo


- EL EXPANSIONISMO FRANCÉS:
La imparable expansión del reino de Aragón va a facilitar un nuevo equilibrio triangular de la península, con varias alianzas que quedarían así: 
  • Está compensado con una alianza de Castilla-Francia que mantendrán las dinastías de estos dos reinos.
  • Frente a la alianza castellana habrá otra alianza que estará formada por Aragón, Portugal e Inglaterra. 
Estas alianzas hay que tenerlas presentes, porque sino no entenderemos la política exterior de estos reinos.
Recordemos que Aragón se vio estancado entre dos reinos, entre Castilla y Francia. Una vez conquistada Murcia, Aragón ya no tenía más posibilidades de expansión. Así la expansión se hará por la zona mediterránea. Pedro III el Grande, siendo todavía heredero en 1262, se había casado con Constanza de Sicilia (hija de Manfredo Hohenstaufen). Este matrimonio abrirá posteriormente las puertas de Aragón a la dominación de Sicilia y gran parte del Mediterráneo. Pero este matrimonio no estaba exento de rechazos, de hecho tendrá dos obstáculos puestos por parte de ciertas entidades que veían en este matrimonio una amenaza a sus intereses:
  1. Oposición firme de la Santa Sede a este matrimonio, como veremos a continuación. 
  2. También tuvo la oposición total de la casa real francesa, dadas las expectativas por el Mediterráneo que este enlace conlleva. Francia temía que Aragón se hiciese más poderoso. No le convenía a Francia tener un vecino militarmente fuerte. 
    Retrato imaginario de Pedro III de Aragón - Imagen de dominio público
Pero el reino de Francia también se expandía por el Mediterráneo. Carlos I de Anjou, hermano menor del rey San Luis rey de Francia, tras la quiebra aragonesa en Occitania (cuando vimos la cruzada cátara que le hizo el papa Inocencio III a Pedro II el Católico), se había hecho con Provenza al contraer matrimonio con Beatriz la heredera del condado, y además había puesto pie en el Piamonte italiano, enlazando el sur de Francia con el norte de Italia. Por consiguiente, esta proyección marítima que iba a iniciar la corona de Aragón, venía impuesta por la doble barrera que en el norte y en el sur alzaron Francia con el tratado de Corveil, y Castilla con el tratado de Almizra (1244). Ambos tratados impedían la expansión norte y sur, Aragón y Cataluña solo tienen el Mediterráneo. 


- CARLOS I DE ANJOU SE HACE CON LAS DOS SICILIAS:
A Pedro III el Grande, en virtud de los derechos que le otorgaba su esposa Constanza de Sicilia, heredó todos los derechos al reino de las Dos Sicilias (Nápoles y Sicilia). Este reino devendrá en manos de Pedro III el Grande merced del estallido de la revuelta popular siciliana denominada “Vísperas Sicilianas” (revuelta contra el domino de la casa de Anjou).

Sicilia y Nápoles estaba gobernada por el rey Manfredo de Sicilia, hijo natural del emperador germánico Federico II. Este Manfredo era el padre de Constanza, la mujer de Pedro III el Grande. Manfredo era el mayor representantes del Sacro Imperio Romano Germánico en Italia, además de ser el jefe del partido gibelino (partidarios de Alemania), partido que estaba enfrentado al partido de los güelfos (partidarios del Papa). 
Carlos I de Anjou había sido mandado por el papa Urbano IV para luchar contra Manfredo. Este papa había entregado la corona de Sicilia a Carlos I de Anjou, ya que Manfredo no se sometía a sus intereses, los papas detestaban la dominación de los emperadores alemanes cerca de sus territorios, además este papa era francés, y no ocultaba sus simpatías por Carlos I de Anjou. En 1266 muere el papa Urbano IV, pero el sucesor de Urbano, Clemente IV, era también francés, y no tuvo ningún reparo en investir del reino de las Dos Sicilias a Carlos I de Anjou, y lo coronó como tal en la basílica de San Pedro en 1266. Ahora Carlos de Anjou (hermano de Luis IX de Francia) estaba legitimado por la Iglesia. Así pues, fue a enfrentarse a Manfredo en la localidad de Benevento, donde Carlos dio muerte a Manfredo en 1266, y también ejecutó a Conradino (sobrino de Manfredo) en 1268, después de que éste intentase recuperar el trono siciliano para su  familia.


2. Pedro III de Aragón VS Carlos de Anjou: la toma de Sicilia


Tras la muerte de Manfredo y Conradino, Constanza de Sicilia la esposa de Pedro III de Aragón quedaba como única heredera al trono siciliano por parte de esta rama germánica, y su marido Pedro III quedaba como valedor de los derechos de su esposa. Pedro III se convertía así en la esperanza del partido gibelino de Sicilia. 
Pero si Pedro III decidía hacerse con Sicilia, incurriría en una contradicción, puesto que Pedro III era vasallo de San Pedro (del papa), y el papa quería Sicilia para Francia. Pero durante el corto reinado de Carlos I de Anjou en las Dos Sicilias, este monarca va a cometer muchos fallos y excesos, que van a poner a la población del reino en su contra ¿Cuáles son los fallos de Carlos de Anjou?
  1. Carlos de Anjou, dueño de la situación del reino al comienzo, se iba ganando la enemistad de los súbditos por culpa de su ambición desmedida y su crueldad.
  2. Había dividido a sus súbditos al elegir Nápoles como su residencia habitual, en vez de la capital tradicional que era Palermo.
  3. Quería arrebatar el trono a Miguel VIII Paleólogo de Bizancio. Esa ambición, ese anhelo de apoderarse del Imperio Bizantino, le llevó a aumentar los impuestos en demasía.  
    Carlos I de Anjou
    (Autor foto: Raffaespo Fuente: wikipedia)
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Por otra parte, muchos gibelinos ya habían buscado refugio en la corte aragonesa, como Juan de Prócida o también Roger de Lauria. Estos gibelinos van a presionar a Pedro III para que actúe.
El momento propicio para actuar se va a dar 16 años después de que Carlos I de Anjou se hiciese con las Dos Sicilias: marzo de 1282. Esta fecha es la fecha de las llamadas Vísperas sicilianas, nombre que se dio a una gran revuelta, cuyo foco se originó en la ciudad de Palermo.

Bastó un incidente en Palermo para prender la mecha del descontento: un soldado de Carlos I de Anjou insolentó a una siciliana, y el marido de la siciliana le dio muerte para vengar el deshonor de su mujer. Esto bastó para que se iniciase un tumulto general, que al grito de mueran los franceses se extendió por la ciudad, en marzo de 1282. De Palermo el movimiento se extendió a las demás ciudades de Sicilia, llegando a proclamar la independencia de Sicilia y dando muerte a gran número de franceses. 
Así pues, después de dos siglos, se producía la ruptura del reino de las Dos Sicilias, puesto que Nápoles estaría bajo dominio de Carlos, y Sicilia se proclamó independiente. ¿Qué gobierno iban a escoger los sicilianos? Sicilia no se podía proclamar republicana porque vivía Constanza, que tenía derecho al trono, así que los insurgentes ofrecerían la corona a Pedro III el Grande. 

Pedro III el Grande de Aragón preparó una armada que partió de Tortosa (Tarragona), anunciando públicamente que el propósito de esta armada era atacar ciertos vasallos musulmanes tunecinos que no querían pagar los tributos a la Corona de Aragón, y aunque esto era cierto, no lo era menos que el rey Pedro III buscaba una cabeza de puente en Túnez frente a Sicilia, ya que su base de operaciones (Aragón) estaba lejana a Sicilia. Si se hacía con Túnez, dominaría mejor la situación siciliana.
También, Pedro III el Grande pidió al Papa (en esta ocasión Martín IV) subsidios para la guerra contra los musulmanes tunecinos, a sabiendas de que el Papa no se los concedería. Esto fue una jugada estratégica de Pedro III, sabía que la negativa del Papa a los subsidios contra los musulmanes le serviría de pretexto en el futuro cuando el pontífice actuase en contra de él.
Cuadro de Francesco Hayez: representa la deshonra que da lugar a las Vísperas Sicilianas - Imagen de dominio público
Entretanto Carlos I de Anjou estaba preparando un gran ejército en los Balcanes para atacar a Miguel VIII de Constantinopla, con ánimo de arrebatarle el trono bizantino, pero cuando estaba organizando esta expedición fue cuando le llegó la noticia de las vísperas sicilianas, y no tuvo más alternativa que desviar esas tropas para sitiar Mesina (ciudad de Sicilia). 
Cuando Carlos de Anjou comenzó con estas maniobras maniobras militares, fue entonces cuando los sicilianos enviaron una embajada formal a Pedro III ofreciéndole la corona de Sicilia. Como el rey Pedro III que ya estaba en Túnez en estos momentos, no pudo convocar las cortes (al hallarse en mitad de una expedición), y tuvo que convocar a la representación de Aragón que estaba en la armada, consultando a su ejército si lo ayudarían a la oferta de la corona siciliana. La respuesta de los estamentos fue desigual:
  • Nobles aragoneses: muy poco favorables a que Pedro III el Grande accediese. Recelosos de los poderes y privilegios que iba alcanzando el rey. Por eso la respuesta que van a dar es que no podían darle contestación alguna respecto a la oferta, ya que previamente sería necesario reunir las cortes de Aragón. Era una forma de no prestarle ayuda, acogiéndose a que era necesaria la convocatoria de cortes. 
  • Pero los barones, los almogávares y la marinería catalanoaragonesa si se entusiasmaron con esta empresa. Una vez más el rey de Aragón saca adelante sus planes gracias al apoyo catalán.
El rey apoyado por estos, hizo que la escuadra catalana partiera inmediatamente de Túnez, y el 30 de Agosto de 1282, arribaba al noroeste de Sicilia, siendo el rey recibido con gran entusiasmo por la población de Palermo, la cual lo trasladó a la catedral donde lo coronaron. Esta coronación le valdrá a Pedro III la excomunión del papa. Así, sin más cuestiones, el rey Pedro III el Grande recibió la corona. Después se producirían batallas decisivas contra el poder francés:
  1. Primera intervención en MESINA: avanzó Pedro con el ejército de tierra hasta la ciudad de Mesina, en tanto que la escuadra catalana se dirigía también hacia el mismo punto para tomar el estrecho de Mesina e impedir la ayuda terrestre. Entonces Carlos de Anjou, que se encontraba en Mesina cercando la ciudad desde las vísperas sicilianas, y temeroso de ver cortada su retirada a la Italia continental en caso de peligro, en el mes de septiembre abandonó Sicilia, y acosado por el ejército terrestre de Pedro, sufrió muchísimas bajas, obteniendo así el ejército de Pedro III un enorme botín. Dominar Sicilia era dominar el centro del Mediterráneo. A pesar de las bajas, Carlos I de Anjou consiguió llegar a su reino de Nápoles.
  2. Segunda intervención en CALABRIA: si Pedro con la primera intervención había conseguido la Sicilia insular, con la segunda intervención conseguirá la hegemonía del occidente. Delante de Nicótera (población ubicada en Calabria), las galeras catalanas deshicieron la escuadra de Carlos de Anjou. Habían dejado a Carlos de Anjou casi sin marina.
  3. Tercera intervención en MALTA y GOZZO: poco después, en junio de 1283, el almirante Roger de Lauria, tras destruir otra escuadra provenzal de Carlos de Anjou, ocupó las islas de Malta y Gozzo. Estas islas completan el domino del mediterráneo oriental. Con esta tercera intervención quedaba patente el poderío de Pedro III de Aragón.


3. Pedro III de Aragón y la anexión de Nápoles VS el Papa Martín IV


Tras estas conquistas llevadas a cabo por Aragón, la situación para la Santa Sede y de Carlos I de Anjou estaba en peligro. De hecho, como ya dijimos, en noviembre de 1282 el Papa Martin IV le había impuesto la excomunión a Pedro III el Grande, e incluso le amenazó con la deposición de sus reinos sino daba satisfacción a la Iglesia, amenaza que se cumplió en diciembre de 1283.
Papa Martín IV - Imagen de dominio público
Pero antes tuvo lugar el golpe de mano contra la población de Catona, tomada en enero de 1283 por los almogávares, al otro lado del estrecho de Mesina. Estamos hablando de que Aragón estaba ya expandiéndose por el reino de Nápoles, en la Italia continental. Pues bien, habían logrado los almogávares apoderarse de la población de Catona, y esto obligó a Carlos el Cojo (hijo de Carlos I de Anjou, y príncipe de Salerno) a abandonar Reggio y a internarse tierra adentro. Es así como comenzó la acción aragonesa en tierra continental en la península italiana.
Cuando esto ocurrió, y el ejército empezó a trasladarse, el rey Pedro III hizo venir a su mujer Constanza, con su segundogénito Jaime, para entre ambos hacerse cargo del gobierno de Sicilia, mientras en tanto que el propio rey disfrazado de marinero, partía para Burdeos para tener un desafío (duelo) con Carlos I de Anjou por la ofensa de su honor. Se supone que  el rey de Inglaterra supervisaría ese duelo, pero no quiso presidirlo porque le podía acarrear graves problemas políticos, por lo que el duelo no se celebró al final.

De vuelva a Aragón (había pasado Pedro III mucho tiempo fuera del reino) aprovecha el rey Pedro III el Grande para convocar Cortes en Tarazona, en el mes de septiembre de 1283, y se encontró con que los nobles, cansados de una lucha que les enfrentaba bien a Francia o bien a la Santa Sede (de la que eran vasallos), y no les producía ningún beneficio, y hartos también de los impuestos como el Bovatge (del mar), se habían rebelado contra la política expansionista del rey. Encontró el rey que se habían agrupado en un partido político llamado La Unión, y ante esta situación, se vio obligado, para tenerlos contentos, a otorgarles el Privilegio General en octubre de 1283 (este privilegio consistía en confirmar privilegio de la nobleza, muy antiguos, y además tuvo que concederles otros nuevos, ya que la nobleza pasaba del deber de dar consejo al rey, al derecho a participar en el gobierno, y es en definitiva el alto precio que tuvo que pagar para mantener a la nobleza sumisa, de ahí vendrán las ínfulas cuando se dirijan al rey). 

Mientras ocurría esto en Aragón, en Italia el almirante Roger de Lauria fiel del rey Pedro, seguía con las campañas militares y los éxitos navales, se había atrevido incluso a meterse en la boca del lobo: atacar la Bahía de Nápoles (julio de 1284), residencia del propio Carlos del Anjou. En la refriega había logrado coger prisionero a Carlos el Cojo, hijo heredero de Carlos (es decir, Carlos II de Anjou), siendo llevado preso a Sicilia. 
Pero no solo tuvo estos éxitos, además los napolitanos comenzaron a reaccionar en favor de los aragoneses. Carlos de Anjou se vio en la necesidad de reaccionar, y quiso rescatar a su hijo, y para ello preparó un ejército y flota importantes (de 110 galeras), para tomar en Reggio y luego desembarcar en Sicilia. Para su desgracia se le resistió la ciudad de Reggio, así que no pudo ni llegar a Sicilia. Así, finalmente, Carlos I de Anjou, y el papa Martín IV, desbordados ante el poder de Aragón, no tuvieron más remedio que solicitar la ayuda del propio rey de Francia, Felipe III el Atrevido
Para entonces, Martín IV el papa, ya había depuesto del reino a Pedro III el Grande, aunque los nobles aragoneses no se rebelarían contra el rey visto los privilegios conseguidos, y en febrero de 1284, había otorgado la investidura del Reino de Aragón a Carlos de Valois, hijo del rey de Francia, en un acto que el papa había celebrado en París, y no contento con esto, el papa Martín IV, finalmente había proclamado la cruzada contra la Corona de Aragón
El rey de Francia, en estos momentos, tenía un aliado en el reino de Aragón, un aliado que se llamaba Juan Núñez de Lara (que era señor del Albarracín, el vasallo de Santa María que ya vimos en otra entrada del blog), y podía ser peligroso para Pedro III tener este aliado de Francia dentro de su reino. Por ello el rey no quiso partir hacia hacia tierras francesas a luchar contra la cruzada, dejando este escollo en la retaguardia, y antes de cruzar el Pirineo para hacer frente a la cruzada de Martín IV, decidió sitiar Albarracín. En 1284 el mes de septiembre, logró tomar la fortaleza, incorporando los dominios del señor de Albarracín a la corona de Aragón.

Antes de partir al Pirineo para luchar contra los cruzados, Pedro III va a hacer un viaje lúgubre, ya que recordó lo que sufrió Pedro II el Católico luchando contra la cruzada de Inocencio III. Tenía miedo de morir en la cruzada, que fue lo que le ocurrió a Pedro II en 1213.
Así, antes de partir a lo que podría ser su muerte, hace un viaje parando primero en Sijena, en su monasterio localizado en un humedal dentro del desierto, para visitar la tumba de Pedro II el Católico, que se enfrentó a la cruzada de Simón de Montfort. Después se dirige al monasterio de Santas Creus, en Tarragona, porque allí había decidido establecer su sepultura (era cisterciense), y va a ver y visitar cómo iban las obras de su sepulcro. De allí, se fue a Barcelona.
Los cruzados franceses del papa se congregaron en Tolouse, uniéndose a los mismos el propio hermano del rey Pedro III: Jaime II de Mallorca. Jaime II de Mallorca estaba despechado con su hermano por obligarle a prestarle vasallaje. También se unió a ellos porque no se fiaba de los cruzados si él hubiese permanecido neutral, ya que en un acto de locura los cruzados podrían arrasar con su condado del Rosellón y con su capital política Perpignan, que le pertenecían a él junto con Mallorca. Pedro apresó a su hermano en la batalla, pero logró huir.
Reino de Mallorca de Jaime II de Mallorca
(Autor foto: Lliura fuente: wikipedia)
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Los cruzados empezaron la campaña arrasando con las fuerzas catalanas de Pedro III. Pasaron de Tolouse al Pirineo, y lograron incluso atravesar las fortificaciones de Pedro III, ya que a Pedro no le ayudó la nobleza aragonesa. Tuvo Pedro que encender muchos fuegos en los Pirineos, para hacerle creer a los cruzados que su ejército era muy poderoso y numeroso, pero no sirvió esta treta. Pedro III se refugió en Gerona, y cuando la ciudad estaba a punto de caer, el rey se fugó y refugió en Barcelona. La ciudad de Gerona cayó en poder del rey francés Felipe III. El rey para entonces había dado orden de llamar a su almirante Roger de Lauria, el que se presentó en 1285, ante el puerto de Barcelona. Hasta entonces 11 galeras catalanas habían logrado a duras penas frenar la armada francesa de 24 galeones. Pero ahora, con la llegada de la escuadra de Roger, las fuerzas catalanoaragonesas se incrementaron mucho más, y lograron en el primer encuentro aniquilar la flota francesa en el golfo de rosas el 4 de septiembre de 1285. Diezmados y sobrepasados los franceses con los refuerzos de Roger, el rey Francés y su ejército huyeron, pero las tropas catalanas las persiguieron, ejerciendo otra derrota total de los franceses en el barranco de las Panizas.
De ese modo, el rey de Francia sin armada y con un ejército de tierra diezmado, pedía la tregua a Pedro III. La cruzada papal contra el reino de Aragón fracasaba estrepitosamente. Estas derrotas militares ocasionaron que Felipe III el Atrevido muriese en Perpignan. Multitud de franceses fueron acosados por los almogávares que consiguieron un tremendo botín.

Corona Aragón dueña indiscutible del Mediterráneo occidental. El rey Pedro III no tuvo tiempo de castigar a su hermano, puesto que poco después de su victoria sobre el papa y el rey francés, moría de unas graves fiebres el 11 de noviembre en Villafranca del Penedès, siendo enterrado en el monasterio cisterciense que hemos dicho antes. Su victoria provocó un gran desarrollo comercial de Cataluña.
Monasterio de Santes Creus, enterramiento de Pedro III. La bañera-tumba es de pórfido, regalo de los sicilianos
(Autor foto: PMRMaeyaert Fuente: wikipedia)
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3/Agosto/2016

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