En la entrada de hoy vamos a ver el final del califato cordobés y la guerra civil que estalla a principios del siglo XI. Pero antes de ver dichos acontecimientos, vamos a hablar un poco más sobre el comercio, la sociedad y el ejército.
1. Comercio, sociedad y ejército
Por supuesto el comercio no fue el mismo durante el siglo VIII que durante el siglo XI, por eso para hablar de nuevo de este tema vamos a escoger la época de mayor esplendor: la de Abderramán III y el califato. ¿Con quien se comerciaba? Pues bien, se comerciaba con la España cristiana, y tanto mozárabes como judíos, cruzaban el Pirineo para negociar con francos y germanos. Los judíos regresaban con caravanas de esclavos, muchos de los cuales convertidos en eunucos a su paso por Lucena como ya indicamos en la entrada anterior.
Cuando estas caravanas llegaban a Córdoba, se avisaba al califa para que eligiese a los mejores esclavos. Los restantes esclavos los compraba el resto de la población, y eran destinados principalmente para la actividad doméstica.
Pero el comercio también se dirigió hacia el oeste, las naves musulmanas alcanzaron Madeira y Las Canarias, allí se comerciaba con la población indígena.
Los intercambios a gran escala recayeron en una minoría privilegiada de mercaderes, fundamentalmente mercaderes muladíes, y mercaderes judioconversos al islam. Estos dos grupos de mercaderes formaban una especie de aristocracia mercantil, muy ligada al soberano. Son los que fundamentalmente vendían los productos que salían de los talleres de Abderramán III.
Sin embargo, aunque era una especie de aristocracia y burguesía muy encumbrada, nunca llegaron a formar en el caso cordobés una clase burguesa como se puede entender en el siglo XVII o XVIII, sino una clase muy adinerada (sin inquietudes propias de la burguesía, no tenía el ánimo de suplantar en el poder a nadie). De ahí su escasa fuerza social frente a las otras clases sociales cordobesas, como era la Jassa (la aristocracia omeya) que si era la realmente importante y que manejaba el poder.
Luego había otra clase social llamada Buyuta, es decir, grandes dignatarios (en la Buyuta no estaban incluidos los esclavos que ocupaban altos cargos), que solían estar al frente de las coras (provincias), ya que cada cora solía tener (aunque podía variar según el sitio) a:
- Un cadí (juez) para la justicia.
- Un qa'id (jefe militar al cargo), encargado de organizar las levas cuando se requerían soldados
- Podía haber un valí (gobernador) de la cora que recauda los impuestos, y los que a veces hacen también de militar (puede ser a la vez qa'id y valí), en cuyo caso se encargaba también de hacer las levas de los reclutas que tienen que acudir a la aceifa.
Cadíes, qa'id y valies formaban la buyuta.
Luego tenemos otra clase social que era el Amma (no confundir con la Umma comunidad de los creyentes). La Amma es la población urbana, artesana y asalariada de la ciudad de Córdoba. Esta amma era muy peligrosa en Córdoba cuando se producía una crisis, ya que alguien podía calentar las masas con discursos, y en una ciudad de grandísima población como era Córdoba esto era muy peligroso.
Respecto al ejército en época de Abderramán III, se componía por esclavos (en los más altos mandos, como ya lo vimos en la entrada pasada, ejemplo del general Galib), después la escala militar continuaba con los qa'ides de los distritos que llevaban a cabo las levas, luego en orden de importancia venían los mercenarios pagados por Córdoba, y por último los yundíes, es decir, los incondicionales que venían desde época de Abderramán III, que procedían de las tribus de Arabia y del Yemen, guardia del califa, asentados en origen en las provincias de Siria (ya los explicamos más a fondo cuando hablábamos de Abderramán I).
A los militares en un principio a cambio de sus servicios se les daba tierras de cultivo, pero ya en época de Abderramán III se les daba soldadas, se les pagaba en metálico. Esclavos, qa'ides, mercenarios y yundíes son los que más obligados están a acudir a una guerra o aceifa cuando se llama a la guerra. Después estaban los voluntarios, que solamente acuden a la guerra cuando se proclama la yihad (guerra santa). Por último estaba el cuerpo de marines, encargados de la flota andalusí.
2. Califato de Al Hakam II (961-976)
Cuando muere Abderramán III le sucede su hijo Al Hakam II (también se puede ver su nombre escrito como Alhakén o Alhaquén), con un reinado corto, sin embargo un reinado pacífico, muy distinto al de su padre. Al Hakam II era estudioso, intelectual y prefería gobernar y resolver las asuntos mediante diálogo, razón....etc. Solo cuando no le quedaba una alternativa ponía en marcha al ejército. Va a gobernar en un momento en el que desaparece el peligro del califato fatimí, aunque tuvo algunos encontronazos con los fatimíes.
Respecto a su vida sabemos que Abderramán III le colocó un preceptor beréber, proveniente de Valencia, quien educó a Al Hakam II junto con su propio hijo (Al-Mushafi), ambos amigos.
Va a subir al trono con 46 años según algunas fuentes, y va a tomar el título Al-Mustansir Bi-llah “el que busca la ayuda victoriosa de Allah” (honorífico). Con 46 años recién llegado al trono no había engendrado hijos, aunque tenía concubinas. Conseguirá dejar embarazada a una célebre concubina que es Subh (era una joven cautiva natural de vasconia, era caprichosa, vestía como un chico, y el califa le cambio el nombre por Shafar. Ella jugará un papel prudente durante la crisis posterior para defender a su hijo), pero su primer hijo fallece. Luego tuvo un segundo hijo que será el heredero: Hisham II.
Vamos a ver qué sucedió durante su reinado, y qué hizo él respecto de los distintos temas. En lo militar a Al Hakam II, aunque pacífico, le preocupaba la modernización del ejército, le interesaba estar al día en lo más avanzado. Cuidó de tener el cuerpo de caballería pertrechado al máximo (por eso eran importantes las relaciones con los Zanata del norte de África, que era buenos jinetes). El esclavo Galib va a ser el general de todos los ejércitos, pero especialmente encargado de la caballería. Galib estuvo encargado principalmente de controlar la Marca Media de Medinaceli (que recordemos que antes la capital de la Marca Media era Toledo hasta que Abderramán III la pasó a Medinaceli, siendo la Marca que vigila la línea del Duero). Galib alternó su estancia en la Marca Media con las incursiones en el Magreb, y será quien someta al señor de Arcila (al sur de Tánger, que era un señorío de los Idrisíes). También entre los años 972 973 Galib tuvo que enfrentarse al señor Idrisí Al-Hasan ben Kannun, a quien Galib vence y lo lleva a Córdoba a que preste vasallaje al califa.
Otras amenazas de su época son las nuevas invasiones de los daneses vikingos, que han ido descendiendo por la costa atlántica, hasta que en el 966 llegan a Al Andalus y atacan las costas de lo que hoy es Portugal, con un ataque fuerte a Lisboa, ocasionando muertes y robos, y otro ataque en Alcacer do Sal. Tras esto Al Hakam II se prevendrá de los ataques vikingos, y conseguirá que un segundo intento de los daneses fuese frustrado, ya que encontraron la armada andalusí preparada.
Respecto a la marina andalusí al Hakam II estableció que las atarazanas estuvieran en Sevilla (puerto fluvial) y la otra atarazana en Algeciras. Ambos enclaves se surten para la construcción de barcos de la madera sierra Bermeja. Aunque la sede oficial de la armada continuaba estando en Pechina (Almería), vigilando el Mediterráneo y los fatimíes.
Al Hakam II va a reforzar y proteger la dársena (muelle) de Almería, construyendo la rábida (edificio fortificado habitado por religiosos musulmanes) de Al-Qabita, mantenida por los voluntarios (jóvenes y viejos, gente retirada en el cabo de Gata).
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Monumento a Al Hakam II en la ciudad de Córdoba (Autor foto: Justo José Moreno Mérida Fuente: wikipedia) This file is licensed under the Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported license. |
Respecto a la religión Al Hakam II será todo lo contrario a su padre y se tomará el papel de califa en muy serio. Se erigirá defensor estricto de la ortodoxia sunní. De hecho en este aspecto Al Hakam II es tan estricto que la historiografía lo comparan al celo cristiano católico de Felipe II.
Amplió la mezquita de Córdoba, llevando las naves hacia el río, por el sur. No solo por amplitud se distingue sino sobre todo por la calidad de materiales y el estilo. Inicia como una especie de arte barroco, a partir de la capilla de Villaviciosa introduce arcos poli-lobulados, hasta llegar al muro de la Qibla.
El espacio interior en la mezquita está diferenciado, ya que lo más próximo al muro de la Qibla, y concretamente el Mihrab, está impregnado de mayor favor divino (quien reza más cercano al Mihrab tiene más gracia de Dios), porque esa zona tiene más baraka –gracia divina-. Al Hakam II se reservaba un espacio en esa zona, llamada maqsura (sitio reservado en las mezquitas donde se sitúa el califa), zona ricamente decorada con cúpulas, musivaria bizantina, mármoles... Él enviaba embajadas a Constantinopla o al Imperio Germánico, en busca de tratados políticos y regalos.
La otra faceta de Al Hakam II será la intelectual, muy preocupado por la cultura y el saber, se va a gastar una auténtica fortuna en traer a Córdoba todas las obras de literatura, filosofía y ciencias...etc., que se hallaban en todos los mercados del mundo islámico, y llega a reunir una biblioteca de 200.000 libros.
3. Crisis de Al Andalus y dictadura de Almanzor
¿Cuáles son las bases de la crisis de Al Andalus? Vamos a citar algunos problemas que había en Al Andalus, eso no quiere decir que fuese la causa directa del estallido de la fitna (guerra civil), pero seguramente ayudó bastante a ello. La primera de las razones que se toman como la base de la crisis es que en Córdoba había una alta densidad de población en relación con el desarrollo técnico y demanda de mano de obra. El desarrollo técnico era bajo porque la demanda de mano de obra era mucha, y la mano de obra sobraba, por lo que no había alicientes a la investigación. Se obviaron las mejoras técnicas.
Otra de las razones es la concentración de la riqueza en manos de califa, repartía los impuestos como quería, y también en manos de la Jassa, riqueza gastada en grandes construcciones (religiosas o militares), en mantener la marina, el ejército, bienes culturales...etc., descuidando a la amma (población urbana). La intensificación durante el siglo X del sistema fiscal, con impuestos eventuales (y antiislámicos), que van a bajar el nivel de vida del amma y de los campesinos, provocando el descontento social.
También creó graves conflictos la constante bereberización (bereberes) y eslavización del ejército, debido a la contratación de mercenarios bereberes y a la compra de esclavos eslavos, y fueron una columna que no tenía sentimiento andalusí, y que no dudaría en rebelarse o tomar partido en una guerra civil (tener un ejército que no tiene sentimiento nacional es provocar el fraccionamiento nacional).
Cuando todos estos problemas se agravan, ¿cómo se solucionan? Pues en este caso, en vez de arreglar los problemas de raíz, cunado se produjeron los síntomas de malestar, se recurrió a la dictadura, que tapó por la fuerza los problemas, pero no los solucionó, quedando latentes.
- La dictadura de Almanzor a la muerte de Al Hakam II:
La dictadura se implanta cuando fallece Al-Hakam II en el 976. Al morir tan prematuramente sube al gobierno su hijo Hisham II con 11 años, y su madre como una especie de regente Subh, pero pronto Subh comprende que no puede manejar el poder, y solo le queda como remedio acudir a una persona fuerte, a un árabe de Algeciras: Ibn Abi Amir (Almanzor). Les llaman los “amiríes”. Almanzor va a acceder al poder a través de la reina madre (Subh) es por ahí por donde va a conseguir manejar los hilos de gobierno.
Lo primero que hace cuando llega al poder es exterminar a otros pretendientes al trono: un hermano de Hisham II (de distinta madre), otros parientes...etc.
Su profesión original era la de jurista, pero llega a conseguir la jefatura civil gracias a Subh, y luego, en el 981 tras la muerte del general Galib, se hace también con el mando militar, iniciando entonces verdaderamente la dictadura.
Va a eliminar a los opositores de la Jassa (aristocracia árabe omeya), y en general a todos los omeyas que no comparten su programa de gobierno, es un verdadero golpe de estado. Encierra a Hisham II en el alcázar de Córdoba, para tenerlo controlado, impidiendo que nadie se le acercase. A continuación va a trasladar la cancillería y por lo tanto el gobierno, de Medinat Al Zahra, a Medina Al Zahíra (no confundir ambas ciudades), que es una lujosa residencia que él empezó a construirse y en la que había decidido instalar el gobierno.
Respecto a la población civil, suprimirá las libertades y va a imponer la vía más dura del malikismo sunní, mucha religión, poca libertad.
Respecto a la población civil, suprimirá las libertades y va a imponer la vía más dura del malikismo sunní, mucha religión, poca libertad.
Busto de Almanzor en Calatañazor, en la provincia de Soria - Imagen de dominio público (fuente: wikipedia) |
Respecto a sus preferencias realmente él no se va a apoyar en ninguna clase social para gobernar, sino que se va a apoyar en el ejército, un ejército que él personalmente se va a preocupar de que esté bien equipado y mejor pagado, es más, para tenerlos contentos, les pagaba por adelantado, y este ejército lo va a incrementar con nuevos berberiscos, pero no con los jinetes Zanata, él va a traer a la península a rivales de estos, los jinetes Sinhaya (equilibrando las fuerzas).
Con este ejército llevará a cabo 50 campañas militares entre las destinadas a África y las destinadas a los reinos cristianos del norte. Va a humillar a los cristianos del norte, el temía que se aprovecharan de la andalusí. Como buen estratega militar va a conseguir arrasar la ciudad de Barcelona (la toma al asalto, en seis días), va a arrasar Pamplona, León también, va a arrasar Santiago de Compostela (por ser la capital religiosa), y en 1002 va a arrasar San Millán de la Cogolla. Serán muchísimas las ciudades cristianas brutalmente castigadas, y en su época, como se produjo el cambio de milenio, muchos cristianos del norte van a creer que se trata del propio antiCristo. Tras estas campañas militares Almanzor va a morir en la capital de la Marca Media: Medinaceli.
Resultado final de su gobierno: durante los 20 años de su gobierno, hubo cierta prosperidad, de hecho la población de la ciudad de Córdoba seguía creciendo, y se vio que tuvo que ampliar la mezquita, hacia oriente, es la parte más insulsa, repite el estilo de Abderramán I y II. Este hombre, con los métodos expeditivos, logró contener la crisis.
Tras su muerte le sucede en el gobierno el mayor de sus hijos, Abd al Malik, quien gobierna desde el año 1002 al 1008, con idéntico éxito que su padre, aplicando duras expediciones militares muy exitosas. Fue muy hábil gobernante pero murió envenenado, siendo el principal sospechoso su hermano pequeño Abderramán Sanchuelo, quien será que le suceda en el gobierno. Abderramán Sanchuelo (hijo pequeño de Almanzor y de la hija de Sancho II), era inepto y borracho. Sus ansias de poder le llevaron a romper el equilibrio, pues mientras Hisham II fue el califa no hubo ningún problema, puesto que la línea de sucesión de los califas se mantenía en los omeyas más puros. Sanchuelo rompió esta línea cuando, a pesar de ya tener todo el poder de facto, exigió y amenazó al califa Hisham II que le nombrase sucesor en el califato, rompiendo de esa manera la línea califal.
Cuando esto se supo en Córdoba se sublevaron los omeyas, y el resto de la población cordobesa: el amma. Por esto, el amma decidió imponer su propio candidato: Muhammad II Al-Mahdi, que era un omeya, quien dio muerte a Abderramán Sanchuelo. Cuando ocurrió esto, la Jassa huyó de Córdoba, y la ciudad quedó sumergida en el caos. El pueblo cordobés asalta la residencia de los amiríes (Madinat Al Zahíra), saqueándola y destruyéndola por completo. Es en este momento cuando comienza la fitna.
Cuando esto se supo en Córdoba se sublevaron los omeyas, y el resto de la población cordobesa: el amma. Por esto, el amma decidió imponer su propio candidato: Muhammad II Al-Mahdi, que era un omeya, quien dio muerte a Abderramán Sanchuelo. Cuando ocurrió esto, la Jassa huyó de Córdoba, y la ciudad quedó sumergida en el caos. El pueblo cordobés asalta la residencia de los amiríes (Madinat Al Zahíra), saqueándola y destruyéndola por completo. Es en este momento cuando comienza la fitna.
4. La Fitna: 1010-1031
Comienza la Fitna, es decir, la guerra civil. Desde el 1010 al 1031. Aunque al principio el ejército aceptó el candidato de la Amma, pronto Muhammad Al-Mahdi dio muestras de ineptitud, la gente se reía de él, así que dimitió. Consecuentemente ya sin candidatos, el enfrentamiento civil buscando cada uno sus partidarios, hizo que estallase la guerra civil. El ejército se dividió en dos bandos principalmente: el componente berberisco del ejército (zánatas y zinhayas), frente al componente eslavo (esclavos blancos). También se podía considerar una tercera facción entre los árabes puros, que no eran partidarios de estas dos ramas.
El componente berberisco aumentado en número desde Almanzor, rechazó la obediencia del candidato del amma, y se alió con Sancho García, el conde de Castilla, y juntos arrojaron a Muhammad Al Mahdi de Córdoba, alzando a otro omeya, Sulaiman al-Mustain.
Por su parte los eslavos, no aceptaron, y decidieron aliarse con los condes de Barcelona (Ramón Borrell y con el conde de Urgel Armengol I), que van a recoger a Muhammad Al Mahadi en Toledo, y juntos, se van a enfrentar a 6 kilómetros de Córdoba contra los berberiscos. La revuelta arrastra a toda la península dividiendo a los reinos cristianos. Cayó el conde Urgel, varios obispos, abades de la Marca...etc. En esta guerra los catalanes lograron entrar en Córdoba, saquearla y hacerse con gran botín de dimensiones inimaginables, además de muchos prisioneros. Botín muy importante que va a servir para emitir en Barcelona la primera moneda de los estados cristianos del norte (propia acuñación). La primera moneda es la catalana del año 1035-36.
Con la ayuda catalana los eslavos repusieron a Muhammad al Mahdi (el del amma), pero el jefe eslavo Al-Wadhid, movido por la codicia, lo asesinó, proclamándose él mismo gobernador de Córdoba.
La precaria situación, en la que se hallaba este militar esclavo Al-Wadhid (debido al gran saqueo), le llevó a vender la espléndida biblioteca de Al Hakam II, y a continuación a pactar con su enemigo Sancho Garcés de Castilla, a comprar la paz al conde a cambio de la fortaleza de San Esteban de Gormaz y de los emplazamientos del Duero, tales como Coruña del Conde, Osma...etc., es decir, vendió los bastiones defensivos militares más importantes e inexpugnables que tenía Al Andalus, abriendo una fuerte brecha en la frontera.
Despechados los berberiscos por esta alianza con el conde castellano, tomaron al asalto la magnífica residencia de Medinat Al Zahra, concretamente el 4 noviembre del año 1010. Degollando a la guarnición e incluso a la población civil refugiada en la mezquita. Mas tarde, en 1013, los berberiscos entraron en la ciudad de Córdoba al asalto, matando a toda la persona que se le ponía por delante, pereciendo incluso el gran Muqti (máxima autoridad judicial), y también el sabio Ibn Al Faradí. De nuevo los berberiscos alzaron por gobernador a Solimán al-Mustain, quien gobernó Córdoba tres años hasta que fue muerto en 1016, a manos de hammudíes (malagueños).
Estos hammudíes, eran descendientes de los idrisíes de Fes. Estos afirmaban ser los legítimos sucesores del califato por haberlo dicho así Hisham II. Pero estos hammudíes no lograron aunar a eslavos, berberiscos, y cordobeses, que preferían califas omeyas, no marroquíes.
En 1025, cuando el califato ya era electivo, ofrecieron el trono a Yahya de Málaga (hammudí), este lo aceptó, pero envió un general berberisco para gobernar Córdoba, situación que indignó a los cordobeses, y por lo tanto, Yahyá solo pudo gobernar hasta 1027, cuando se eligió al último califa, Hisham III, descendiente de los omeyas, pero bastante inepto, ya que se atrajo la animadversión de ulemas, imanes...etc., porque al parecer este omeya quería obtener dinero y recursos económicos de las mezquitas, apropiarse de los bienes habices. Un consejo de estado, en diciembre del año 1031, lo destituyó, declarando abolido el califato. Para entonces, Al Andalus ya estaba fragmentado en más de 30 estados independientes, con el nombre de Taifas (que significa partido), siendo nulo el poder califal, fuera de los límites de la propia ciudad de Córdoba. Esta situación no era nueva totalmente, porque recordemos que cuando Abderramán III subió al poder en el 912, toda Al Andalus estaba completamente fragmentada, pero ahora no hubo ningún gobernante hábil como para recomponer de nuevo la situación, además de que a diferencia de la época de Abderramán III, los reinos cristianos estaban mucho mejor situados, mucho más fuertes y más conscientes de que su enemigo eran los territorios musulmanes.
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Reinos de taifas musulmanes en el año 1037. (Autor foto: Té y kriptonita Fuente: wikipedia) This file is licensed under the Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported license. |
Es ahora el punto de inflexión por el cual los musulmanes solo van a retroceder continuamente, hasta ser vencidos por completo en 1492.
¡Feliz Martes! - Hacer historia, aprehender la historia, aprendes la historia
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