En esta entrada vamos a ver dos reyes importantes, aunque el primero de ellos va a ser una figura clave en la expansión y consolidación del Reino Astur, favorecida esta consolidación gracias a un reinado largo y estable que permitió acometer una gran cantidad de proyectos.
1. Afonso II el Casto (791 – 842)
Su padre Fruela I el fratricida quedó privado del reino pero va a tener varios intentos de optar al trono. Alfonso II sufrirá algunos golpes de estado. A pesar de ello, será un reinado muy estable.
Desde el inicio de su gobierno, este rey da un giro político, lo vemos en la crónica albeldense. Esta crónica se llama así porque los investigadores de principios del siglo XX tras un análisis vieron que se escribió entre donde habitaban los Beni Qasi y la zona de Castilla, ya que el cronista describe muy bien la zona y aporta topónimos ricos de esa zona, sería un monje mozárabe en algún monasterio. Se piensa que más o menos coincide con el monasterio del Albelda, donde se hacen códices en la época y se copian obras. Entre muchos manuscritos está la crónica. Vamos con Alfonso II el Casto:
a) Restauración ceremonial Visigodo: comenzó restaurando todo el ceremonial de los godos tal como había sido en Toledo, tanto en la iglesia, como en palacio. También será el primer rey astur en recibir al principio del reinado el sacramental de la unción real (surge con Recaredo en la conversión del arrianismo al catolicismo, la iglesia hispana en agradecimiento decidió ungir al rey Recaredo, lo que significa que quien ataca al rey no solo pena contra ley goda -ley civil- sino también con ley eclesiástica, siendo excomulgado), al objeto de sacralizar su persona contra los usurpadores. Esto para los astures era algo insólito, pero no para clérigos mozárabes.
En el 11 año de su reinado fue desposado del trono ilegítimamente, teniendo que refugiarse en el monasterio de Ablaña, donde fue tonsurado y se libró de sus perseguidores al meterse a monje. Si recibió la tonsura quiere decir que en el futuro estaría incapacitado para el matrimonio, aunque no para volver a ejercer el poder político. De allí será sacado por un tal Teuda (y otros fieles partidarios de Alfonso II), que lo repusieron en el trono de Oviedo, por lo cual abandonaría la vida monástica solo para acceder al trono, y de ahí su celibato.
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Alfonso II el Casto según un libro del siglo XII - Imagen de dominio público |
b) Política interior: primeras medidas, trasladar la capital de Pravia a Oviedo (792), ubicación más favorable que Pravia. Allí en Oviedo inicia diversas construcciones palaciegas, otras eclesiásticas y organizando la administración del palacio conforme al ordo gotorum, de tal manera que en este palacio encontramos un maior domus, un condestable, un notarius (jefe cancillería), comites (gobernadores de territorio), iudices (justicia en territorios) e implantando como normativa del reino el “Liber Iudiciorum” (fuero juzgo, o derecho visigodo), asistimos a una renovación sumamente importante en las instancias de poder (población baja igual que siempre). Se recupera el sistema político visigodo en lo relativo al funcionariado.
c) Política eclesiástica: siguiendo el principio de acomodación, ordenó la erección de la sede episcopal de Oviedo, que a la sazón es la capital del reino en estos momentos, haciendo coincidir la capital civil con la eclesiástica (injerencia del monarca en la iglesia, antes decidido por autoridad eclesiástica en concilio). Esta iglesia catedral la va a dedicar el rey a San Salvador, también va a erigir otras muchas iglesias, decorándolas con oro plata, pinturas...etc. Todos estos actos de injerencia del poder real sobre el religioso preconizan la iglesia feudal, sobre todo tras la ruptura que se tiene con el régimen conciliar de la iglesia mozárabe en Al Andalus (explicado en una entrada anterior), tras ser esta iglesia condenada y separada de la iglesia de Roma por el concilio romano del año 799 que condenaba el adopcionismo de Hispania. Se ubica en la obediencia a Roma, y por lo tanto lo mismo que ha hecho la Marca Hispánica, formar agrupación de iglesias.
Culto a Santiago: lo más significativo en política religiosa, es la propagación del culto a Santiago a través del “Breviarium Apostolorum” de Beato de Liébana (abad de Cantabria), que en su comentario al apocalipsis del 776 ya declaraba que el Apóstol Santiago trajo el evangelio a Hispania. En el 786 en un himno dedicado a Mauregato recordaba que el hijo del Zebedeo había traído el evangelio a Hispania, y además le llama patrón y protector de Hispania.
Poco después, se divulga, que el obispo de Iria Flavia, Teodomiro, había descubierto en 813 un sepulcro con el cuerpo de Santiago el Mayor. Sabemos que Alfonso II el casto informó de este hallazgo a Carlomagno, y que el Papa león III, autenticó la reliquia de Santiago ya consideradas para entonces milagrosas. Poco después Alfonso II y el obispo Teodomiro de Iria Flavia, construyeron una iglesia sobre el sepulcro del apóstol, y en el 860, Florus de Lyon, en su Martirologio: escribía:
“los sagrados huesos de este bienaventurado apóstol traídos a Hispania, son venerados por esos pueblos con una extraordinaria devoción en el extremo del país, parte a la mar británica”
El culto a Santiago data de este reinado. Si Oviedo se hizo con el control eclesiástico del reino, en Santiago con el descubrimiento del cuerpo del apóstol, se colocó el centro religioso del reino (centro eclesiástico vs centro religioso) consumando de este modo la escisión total que la iglesia astur llevaría a cabo con la iglesia mozárabe de Al Andalus. Después la sede de Mérida será trasladada a Santiago de Compostela, absorbiendo la capitalidad religiosa y luego administrativa.
e) Política exterior: en el año 794 Alfonso II no renovó los pactos con Córdoba (pago de tributos), y los emires de Córdoba enviaron sus ejércitos contra Asturias, concretamente Abd al-Malik, quien saqueó Oviedo, y destruyó la capital, pero sin embargo es derrotado en su retirada hacia Córdoba, concretamente en la localidad de Lutos. Primera victoria de Alfonso II el Casto contra los cordobeses. En el año 795 Alfonso II, sufre otra expedición cordobesa, en la zona central de Asturias, que tenía por finalidad apresar al rey, pero de nuevo fracasa, y en adelante, ninguna expedición de Al Andalus entró en el Reino Astur.
Alfonso II cuando vio como Córdoba se oponía que saliese de la obediencia, se decidió a negociar con Carlomagno y a tratar de obtener una alianza, o más bien, un vasallaje. Para ello decidió enviar varias embajadas:
* Una primera, a Tolosa (795) para entrevistarse con Luis el Piadoso (rey de Aquitania).
* Otra embajada en el 797 para esta vez negociar en Heristal con Carlomagno.
Es más, de nuevo en 798, tras el éxito de Alfonso II en su expedición contra Lisboa, decidió enviar otra embajada a Carlomagno esta vez haciéndole partícipe de los presentes que había hecho en Lisboa.
Esta entrega de botín, viene a significar reconocimiento a Carlomagno, y pagar un tutelaje que haría en favor del rey cristiano. Esto nos lo confirman hasta fuentes carolingias, como la de Eginardo, en su “Vita Karoli Magni”, dice:
“El emperador se unió tan estrechamente con Alfonso rey de Asturias y Galicia, que cada vez que le enviaba una carta o embajada, daba orden de que no se le diera otros tratos que su cliente –como si fuese familiar“. En sentido contrario sabemos que varios obispos vinieron de la corte carola a Asturias, siendo Jonas de Orleans el primer carolingio que vino en 799, y acaso también su sucesor, Teodulfo de Orleans.
Respecto a la expansión del reino, se produjo tanto hacia el sur como hacia Galicia, y también hacia el alto valle del Ebro, y lo que tiene de peculiar esta expansión es que actúa de manera similar a Carlomagno, e incluso decide expansionarse por zona vascona. Los vascones no estaban cristianizados, y él lo que hace es expandirse por Álava, y erige sedes episcopales para que vayan evangelizando a los vascones, se crean obispados como el de Valpuesta y así otros insospechados. Cuando se vaya conquistando ciudades como Oca, que habían tenido obispado en época visigoda, el de Valpuesta que era provisional, se traslada a Oca, y así sucesivamente con los demás obispados.
Tampoco rehusó colaborar con los rebeldes andalusíes, como los de Toledo o Mérida, y así por ejemplo concedió asilo político en el reino astur (en Galicia) al rebelde beréber meritense Mahamud. Traicionó este después al rey casto, se hizo fuerte en el castillo de Santa Cristina, y Alfonso II tuvo que enviar ejércitos para reducirle, cuando fue capturado le cortaron la cabeza.
¿Cómo va a ser posible esta expansión territorial asturiana si estaba Córdoba vigilante? Esto va a ser posible sencillamente porque al final del reinado de Abderramán II comienzan fuertes protestas por parte de aquellos súbditos musulmanes que no son árabes de sangre (no son los privilegiados) y que forman unos grupos de gente que en principio han sido sometidos por los árabes, pero que por esa condición de muladíes (musulmanes que no son árabes y que pertenecen a cristianos renegados) eran mirados por encima del hombro por los árabes, e incluso tras la islamización de Abderramán II, no se pudo (socialmente hablando) hacer que se considerara igual a todos los musulmanes, sino que los que venían de los omeyas se creían con más derechos, luego los árabes no descendientes de omeyas, luego los musulmanes de largo tiempo en la religión, y por último los musulmanes recién convertidos.
En estas protestas cabe hablar de dos tipos:
* Grandes núcleos urbanos como Toledo o Córdoba que se rebelan.
* Grandes figuras que se sienten postergadas, como los Beni Qasi del Ebro (los cristianos renegados), que no tienen el mismo el trato ante el califa que tienen los árabes de sangre. Cabe hacer especial distinción a:
- Mérida, ciudad rebelde con una personalidad relevante rebelde, que era Ibn Marwan el Gallego. Su padre había sido gobernador de Mérida, había muerto por servir a los omeyas. El hijo decidió sublevarse por el trato que recibía de los omeyas.
- Dentro de la rebelión también se encuentra Omar Ibn Hafsún, malagueño que paraliza la actividad de Córdoba contra los reinos del norte, entablará relaciones con los fatimíes de Túnez.
- Toledo: luego hay otras ciudades que se rebelan continuamente, por tradición, como Toledo, que heredó ser la quintaesencia del régimen anterior (capital visigoda) y se oponía a los emires. También se rebelarán ciudades como Pechina, Sevilla...
El emirato no tiene las manos libres para contener la expansión del reino astur.
Por lo demás, Alfonso II moriría en el 842 sin descendencia, siendo sepultado en Santa María de Oviedo que él mismo mandó construir y según cronistas con un arte admirable.
Ya con Alfonso II vemos que intereses de iglesia y estado, son grandes, hay superposición poder temporal/eclesiástico. De hecho en las crónicas vemos “expandió el reino y la iglesia”, confundiendo o metiendo en simbiosis el reino astur y la cristiandad.
2. Ramiro I (842 – 850)
¿Qué méritos tenía para ser rey de Oviedo? pues que era hijo de Bermudo el Diácono. Por lo tanto si se mantiene la línea de Bermudo el Diácono quiere decir que ahora triunfa la estirpe cántabra del reino (la otra era la estirpe pelayana, que acabó con Alfonso II el Casto, al no tener hijos puesto que había entrado en un monasterio, y por tanto tenía prohibido casarse), la línea de Fruela.
Va a tener serios problemas para imponerse como rey, veámoslo:
Ramiro I se dirigió a Bardulia (Castilla la Vieja, al noreste de Burgos), después de subir al trono para buscar allí esposa. ¿Por qué busca allí esposa?, pues significa que quieren a través de los lazos de sangre sellar los compromisos con los pueblos fronterizos para que les sean más fieles. Otras veces hacen lo mismo en tierras gallegas, para una mayor docilidad de Galicia.
Cuando está buscando esposa, estalla la rebelión de Nepociano que era un gran señor y lo que presentaba como valedor al trono de Asturias era su matrimonio, se había casado con la hermana de Alfonso II el Casto y eso le daba derecho a ejercer la potestad en el reino (al morir Alfonso, su hermana hereda la potestad del poder, para transmitirlo a su marido, nunca para reinar ella).
De hecho Nepociano gobernó durante un tiempo. Ante esto Ramiro I aprovechando que cuando era príncipe había gobernado Galicia y conocía la zona y tenía adeptos, se dirigió allí, consiguió formar un ejército y se enfrentó a Nepociano.
La batalla contra Nepociano se dio en el río Narcea y en el primer choque pone en fuga en el territorio de las Primorias (en Cangas de Onís) a Nepociano. Fue apresado los seguidores de Ramiro, y aunque le habían ayudado los vascones en su rebelión, porque la madre de su mujer era vascona, le sacaron los ojos y lo metieron en un monasterio.
La batalla contra Nepociano se dio en el río Narcea y en el primer choque pone en fuga en el territorio de las Primorias (en Cangas de Onís) a Nepociano. Fue apresado los seguidores de Ramiro, y aunque le habían ayudado los vascones en su rebelión, porque la madre de su mujer era vascona, le sacaron los ojos y lo metieron en un monasterio.
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Bandera real usada por Ramiro I - Imagen de dominio público |
La siguiente dificultad a la que se va a enfrentar Ramiro I va ser en el 844, pero esta vez con algo inédito: el primer ataque de la península por los normandos, es decir, los vikingos. En el 843, habían decidido introducirse y saquear Nantes, y a continuación a través del río Garona, llegaron a Burdeos la cual sometieron y llegaron hasta Toulouse, donde la ciudad recibió un duro castigo por parte de los normando.
En agosto del 844 arribaron a la costa de Gijón, pero no encontraron un estuario por el cual introducirse río arriba, tampoco vieron que el territorio fuese rico (sin enclaves urbanos), así que decidieron continuar costa adelante, hasta que divisaron la torre de Hércules (el faro de Brigancio o de Brigantia, era en la antigüedad), pensaron que tenía que haber algún núcleo urbano, querían llegar a Betanzos, pero no encontraron nada, por lo cual al final Ramiro I pudo respirar tranquilo. Fueron hacia Lisboa, y desde Lisboa a Sevilla, ciudad que atacaron violentamente. Pero a diferencia del resto de Europa, donde los vikingos arrasaban a su gusto, no les ocurrió lo mismo en Al Andalus, un estado centralizado y mucho mejor organizado, que llevó a una rápida reacción de Córdoba, atacando a los vikingos, provocando que muchos huyeran, pero otros fueron apresados y se quedaron a la fuerza. Con el tiempo se sabe que los normandos que se quedaron en Al Andalus destacaron por la producción de quesos, y con el tiempo se mezclaron con los nativos.
En agosto del 844 arribaron a la costa de Gijón, pero no encontraron un estuario por el cual introducirse río arriba, tampoco vieron que el territorio fuese rico (sin enclaves urbanos), así que decidieron continuar costa adelante, hasta que divisaron la torre de Hércules (el faro de Brigancio o de Brigantia, era en la antigüedad), pensaron que tenía que haber algún núcleo urbano, querían llegar a Betanzos, pero no encontraron nada, por lo cual al final Ramiro I pudo respirar tranquilo. Fueron hacia Lisboa, y desde Lisboa a Sevilla, ciudad que atacaron violentamente. Pero a diferencia del resto de Europa, donde los vikingos arrasaban a su gusto, no les ocurrió lo mismo en Al Andalus, un estado centralizado y mucho mejor organizado, que llevó a una rápida reacción de Córdoba, atacando a los vikingos, provocando que muchos huyeran, pero otros fueron apresados y se quedaron a la fuerza. Con el tiempo se sabe que los normandos que se quedaron en Al Andalus destacaron por la producción de quesos, y con el tiempo se mezclaron con los nativos.
Cabría hablar de otras rebeliones que se citan pero no sabemos con exactitud cómo fueron. Si conocemos bien que Ramiro I dio órdenes de arrancar los ojos a los bandoleros, y dio orden de quemar a los brujos (lo que significa que si hablan de brujos es que el cristianismo había calado en las clases altas, pero no en las clases bajas). El cristianismo penetra con la ayuda del estado, a la fuerza, ya que la brujería era religión de los ganaderos. Lo definen en las crónicas como “vara de justicia”.
Tal vez lo más moderno y significativo de este reinado por lo que tiene en sí de civilización es el intento de repoblar León, de salir de las montañas cántabras y asturianas en las que se refugiaban para hacer una nueva puebla fuera de los límites del reino. Quiso restaurar la muralla romana y la ciudad, introducir gentes nuevas dándoles tierras...etc., pero este intento fracasó ya que Abderramán II se enteró de estos planes y envió una expedición en el año 846 que con máquinas de sitio (catapultas, torres...), trataron de asediar la novísima ciudad y la reacción de los habitantes todavía no preparados (no llevaban ni un año asentándose y arreglando el terreno de la ciudad), fue asustarse y por la noche abandonaron la ciudad.
El intento de Ramiro I por iniciar la repoblación fuera de los límites del reino astur, fracasó. Pero ya había convicción de que era necesario salir de las montañas, querían expandirse.
También es importante resaltar las construcciones de las inmediaciones de Oviedo que hace Ramiro I: es el arte ramirense. Causarán el asombro de su época iglesias como San Miguel de Lillo, Santa Cristina de Lena, palacio del rey (en el monte Naranco, frente a Oviedo).
En una época que en occidente se construye con techumbre de madera (en Córdoba la mezquita aljama las naves eran con techumbre de madera, hasta al Hakam II), empiezan a usar bóveda de piedra, pero el piso inferior de cualquier construcción también con bóveda de piedra. Causaba admiración porque las techumbres de madera tenían 3 enemigos: termitas, el fuego y el agua. Estas construcciones son muy citadas en las crónicas de la época.
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Iglesia de San Miguel de Lillo (Autor foto: Rubén Ojeda Fuente: wikipedia) Wikimedia Commons, Licencia CC-BY-SA 4.0 This file is licensed under the Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Spain license. |
¡Feliz Martes! - Hacer historia, aprehender la historia, aprendes la historia
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