Hª EDAD MEDIA Península Ibérica: la creación de la Marca Hispánica: primera fase (801-817). Problemas internos de Al Andalus y de los francos

Continuamos con la historia de Al-Andalus, retomamos el reinado de Al-Hakam I que dejamos en la entrada anterior, y avanzamos cronológicamente, puesto que terminamos en la coronación de Carlomagno en el año 800. Sigamos adelante pues. 


1. Introducción


El siglo IX va a comenzar con la creación de la Marca Hispánica, esto es un territorio muy militarizado entre Al Andalus y el Imperio Franco, también llamado Imperio Carolingio a partir de la coronación de Carlomagno en el año 800 como emperador. Este territorio estaba bajo mandato de los francos, y va a ser la frontera que amortigüe los ataques que pudiesen venir desde Al Andalus. 
Surge la siguiente pregunta, ¿cómo es posible que este territorio se militarice y pase a ser influencia franca? Pues es posible por la falta de actividad de defensa y de agresividad del nuevo emir, al Hakam I, mucho menos belicoso que su padre y con muchos más problemas que  su padre. Recordemos que su padre Hisham I impulsó la guerra santa, con las aceifas de verano, pero al Hakam I no le va a ser posible preocuparse por las guerras. 
¿Por qué?, porque en Al-Andalus se producen fuertes disturbios internos. ¿Qué tipo de disturbios internos había? Hasta entonces, solo había habido uno, el de los árabes y las luchas por el poder, pero ahora surgen los disturbios de los indígenas, es decir, de la población hispanovisigoda.
Las revueltas de los árabes (clases más encumbradas) eran rebeldías contra el poder constituido, era por lo que llamaban ellos la Assabiya, fenómeno de las tribus árabes a raíz de sus discusiones internas (unos quieren más poderes, rencores, rencillas internas entre clanes...etc.). 

Pero ahora se produce un fenómeno dentro del reino de al Hakam I, es que ahora los revoltosos e independentistas ya No son los árabes, ahora son la propia población indígena, los hispanos renegados, que podían ser:
  • Los renegados del cristianismo, muladíes. 
  • Los hispanos que habían mantenidos su fe, los mozárabes. 
Quienes llevan la voz cantante son los muladíes, y esto era fenómeno nuevo, y son los de las capitales de la marca, muladíes de Zaragoza, Mérida y Toledo, e incluso los muladíes también los de la propia ciudad de Córdoba. 
Esto, ocupa todo el reinado de al Hakam I, no tuvo tiempo ni medios para atender las fronteras del Cantábrico con el reino Astur con Alfonso II el Casto, ni tampoco para atender la cordillera pirenaica, que aprovechando que tenían a Ludovico Pío al otro lado de las montañas entablaron  relaciones con Tolosa y los estados pirenaicos. 
Ahora aprovechan Carlomagno y Ludovico Pío, con el propio ejército invadir las zonas del norte de Al Andalus y crear las marcas (territorios militares bajo la obediencia franca). 


2. Conquista de Barcelona y capitulaciones


Los francos recordemos que llegaron a la conclusión de que no podían fiarse de las promesas de los valíes, que les pedían ayuda a cambio de darles sus ciudades, y luego resultaba ser todo mentira. Así que ahora los francos van a ir a la conquista, y la expedición para tomar Barcelona se encuadra en este contexto. Esta expedición fue ordenada en la noche de navidad del año 800. Fue precedida por una asamblea preparatoria en Tolosa, que tiene lugar en primavera del 801. Fue considerada de gran envergadura, y el ejército se componía en esta ocasión de aquitanos, gascones, borgoñones, provenzales y godos de la Narbonense. 
La campaña estaba dirigida por el rey Luis el Piadoso y por el duque Guillermo de Tolosa, llamado Beniverto (hijo del anterior), Bigó (cuñado de Ludovico), Sancho (jefe gascón), Bera (conde de los godos del Rosellón)...etc. Todos los grandes del Regnum Francorum. 
El ejército se dividió en 3 columnas: 
  • La primera para poner sitio a Barcelona, que la dirigió Rostany y el conde Bera. 
  • Una segunda columna de retaguardia, para evitar cualquier posible ataque por sorpresa de Córdoba, que fue dirigida por Guillermo de Tolosa. 
  • La de retaguardia en la cima del Pirineo en el Rosellón, controlada por Ludovico Pio.
Córdoba no ayudó al valí de Barcelona Zat, como forma de castigo por las continuas rebeliones de Barcelona. Zat entonces se vio solo, e intentó burlar el cerco para pedir ayuda a Zaragoza, pero Zat fue interceptado y hecho preso por las tropas carolingias. Al poco tiempo de establecido el cerco, Barcelona entró en negociaciones con los sitiadores, pues no tenía posibilidades de resistir. Las capitulaciones tuvieron los siguientes puntos, o mejor dicho, hubo una capitulación para musulmanes y otra para los indígenas hispanovisigodos de Barcelona:

1. La guarnición musulmana de la ciudad de Barcelona le fue permitida la libre retirada a Al-Andalus, sin represalias de los francos.

2. Los indígenas firmaron un formato de capitular de Carlomagno, cuyo prólogo decía, más o menos, que “los godos e hispanos, que habitaban la célebre ciudad de Barcelona, y el castillo de Tarrasa, eludiendo el yugo sarraceno, acudieron a Carlomagno... los recibe bajo su inmunidad y defensa”. En resumen, este segundo capitular venía a decir que Carlomagno no les va a poner tributos especiales, ni ahogarlos con impuestos, y se compromete a defenderlos de Córdoba, y además les promete auxilio bajo ciertas condiciones: 
  • Los habitantes de Barcelona, lo mismo que francos, han de prestar servicio militar bajo el conde de la ciudad para guarda y defensa de la frontera. Por lo tanto los habitantes de Barcelona quedaban militarizados. 
  • Los habitantes de Barcelona proporcionarían alojamiento y atributo a los Missi Dominici que el emperador enviase a esa ciudad.
  • Quedaban libre de todo impuesto o carga a favor de los condes o ministeriales (subalternos). 
  • Los tres grandes crímenes de la época, el homicidio, el rapto o el incendio serían juzgados por los mismos barceloneses según su ley visigótica (vemos el respeto a su ley). 
Tras este capitular de Carlomagno, el rey Luis el Piadoso, hizo su entrada solemne dirigiéndose a la catedral-mezquita para purificarla, encargando a Bera el conde Godo la defensa de la ciudad, con la asistencia de una guarnición de godos que venían de la Narbonense. 


3. Revueltas andalusíes, ataque franco a Tortosa, creación de la Marca Hispánica


Una vez tomada Barcelona, la ciudad se convertirá en un centro neurálgico de la marca hispánica. La intención de los francos, no era quedarse o limitarse a Barcelona, sino avanzar hasta el Ebro, que fuese el límite natural entre el reino franco y Al Andalus, ya que el río Ebro podía funcionar como frontera natural. 
A estas alturas en febrero del 806, Carlomagno cansado debido a su vejez, promulgó el acta de división del Impero Carolingio entre sus 3 hijos, cayéndole o tocándole a Ludovico Pio el reino de Aquitania, más Gascuña, Narbona y Provenza. Este reparto era lógico, pues Ludovico era quien había estado gobernando la zona. 
Poco después de este reparto en junio, su consejero y apoyo militar, el duque Guillermo de Tolosa, se hacía monje en Amiens, y su puesto lo ocupó Bigó, que se hizo cargo de la dirección política del reino de Aquitania

A) El implacable Amrus Ibn Yusuf:
Con Bigó al mando del reino de Aquitania hubo un cambio de política  de fronteras con respecto a Al-Andalus. Con Bigó se registran los siguientes hechos, los navarros y pamploneses, ahora bajo el dominio del clan de los Arista, prestaron fidelidad a los francos, por miedo al valí de Zaragoza: Amrus Ibn Yusuf, el personaje más siniestro de Al Andalus. 
Amrus era originario de Huesca, era muladí, y muy ambicioso. Al Hakam I lo puso a prueba cuando Zaragoza y Huesca se sublevaron,Al-Hakam I nombró a Amrus jefe militar, y fue quien hizo una expedición militar contra Valú (agitador de Huesca), quien huyó de Huesca y se refugió en Zaragoza, luego Amrus lo persiguió en Zaragoza, de donde huyo, y le persiguió hasta que le dio muerte. 
A causa de que Amrus Ibn Yusuf consiguió aplastar las revueltas en Huesca y Zaragoza, su prestigio creció muchísimo. 
Es entonces cuando se le volvió a poner a prueba, ya que se sublevan los muladíes de Toledo. Al Hakam I le encomienda la tarea de sofocar las revueltas de Toledo, episodio histórico que se conoce con “la jornada del foso”. Hay que señalar que la sublevación de los muladíes de Toledo se produce cuando Amrus Ibn Yusuf estaba gobernando Toledo. 
La estrategia de Amrus Ibn Yusuf para acabar con la revuelta fue sanguinaria. Desprovisto de ejército estando en Toledo, aprovechó que una expedición militar que Al Hakam I había mandado al norte, en la que iba el propio hijo del emir al mando (para poner orden en las fronteras), para usarla para sofocar la rebelión. Amrus Ibn Yusuf, sabiendo que el hijo del emir venía con militares, para atacar en el norte, decidió meter ese ejército en Toledo para acabar con la revuelta. 
Una vez el ejército dentro de Toledo, Amrus Ibn Yusuf llamó a todos los nobles e ilustres de la ciudad, para que fueran a rendirle pleitesía al hijo del emir, furuto Abderramán II, todavía príncipe. Era darle un recibimiento.
Fueron invitando a los principales toledanos a prestar pleitesía al hijo del emir de uno en uno, y Amrus los iba haciendo entrar de uno en uno en la alcázar que se estaba construyendo, y haciéndoles creer que iban a rendir pleitesía al hijo del emir, los llevaba hasta un foso de tierra (se estaba construyendo el alcázar, y por lo tanto había fosos allí) y allí fue degollándolos uno a uno y arrojándolos al foso. Esto no era muy común en la época, porque estos asesinatos contra nobles podían desencadenar problemas en otros sitios, ya que había fuertes redes clientelares, pero él acabó con toda la nobleza.
Toledo, puente de Alcántara sobre el río Tajo
(Autor foto: Dan Vaquerizo Molina Fuente: wikipedia)
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En otra revuelta Amrus, siendo valí de Zaragoza, se enfrentó a los hijos muladíes del primordial conde Cassius, y Amrus Ibn Yusuf, a estas familias les quitó todas las tierras, y para mermar aún más el poder de estos rebeldes nobles, les "colocó" una nueva ciudad cerca de sus dominios, es decir, mandó a construir una nueva ciudad en sus dominios para que sirviese de bastión de vigilancia, y para que desde allí la autoridad de Córdoba pudiera imponerse a estas familias. La ciudad creada fue Tudela (en el 802 fundada por él), para controlar las posesiones de los Cassius. 


B) Las campañas francas fracasadas contra Tortosa:
Pero retomemos el hilo de lo que iba explicando cuando empecé este punto. ¿Por qué navarros y pamploneses juran fidelidad a los francos? Pues por miedo a este Amrus Ibn Yusuf, decidieron prestar fidelidad a los francos. También en el año 806, un alto jefe de la zona, no se sabe si era conde franco o indígena francofilo, llamado Aureol, fue implando por el reino de Tolosa (reino de Aquitania), como conde de Zafra (alto Aragón), y este hechos es  el que se toma como nacimiento del reino de Aragón. Esto quiere decir, que a la altura del año 806 el paso del Pirineo en Jaca, ya estaba controlado por Tolosa, y era Tolosa quien nombraba a los jefes del lugar. Además fueron ocupadas por los tolosanos, las regiones de Pallars y Ribagorza, y lo sabemos porque extendieron preceptos en favor de ciertos monjes dándoles monasterios, sometiéndoles a la diócesis de Urgell. 

En contexto de esta materia, de ir extendiendo los francos su dominio, fue el intento de apoderarse de la plaza fuerte de Tortosa, desde el reino de Aquitania. Tortosa domina la desembocadura del río Ebro. A tal efecto, en el verano del 808 Luis el Piadoso (Ludovico Pio) organizó una expedición con fuerzas aquitanas, más fuerzas procedentes de Narbona, junto al conde de Barcelona. Salió de Barcelona el contingente militar, pero esta expedición no llegó a asediar Tortosa, porque el futuro Abderramán, hijo de Al Hakam I les influyó una gran derrota.

Carlomagno mandó una segunda expedición (809), pero no la confió a los condes de Luis, sino a sus propios Missi Dominici, mejor preparada que la primera expedición, en el 809 contra Tortosa, pero de nuevo les salió Abderramán el príncipe al encuentro, y pelearon bajo los muros, y también este esfuerzo franco resultó infructuoso para tomar por asalto la ciudad. 


C) Acuerdos entre ambos reinos por la posición de las nuevas fronteras:
Este año de 809, tras esta frustrada operación franca, fue el propio valí de Zaragoza, es decir Amrus Ibn Yusuf, quien a semejanza de sus predecesores, en el 810, solicitó hablar con las autoridades de la frontera, para someterse a Carlomagno. Pero en octubre de ese mismo año, adelantándose al valí se Zaragoza, el propio Al Hakam I, enviaba embajadores a Aquisgrán para establecer la paz con Carlomagno, y para congraciarse con él, liberó al conde Enrique que había tomado preso. 
La base de este acuerdo entre ambos era: 
  • La renuncia franca a la línea del Ebro dejando libres las ciudades de Tortosa, Zaragoza, Lérida, y Tudela, 
  • La renuncia cordobesa a su soberanía sobre Barcelona, Huesca y Pamplona. 
Aquí hay una doble jugada, ya que Al Hakam I se adelanta a Amrus Ibn Yusuf al negociar antes con los carolingios, y sabemos que a continuación, como era un elemento valioso su precioso su presencia, quiso seguir teniéndolo en sus filas, así que Amrus fue invitado a Córdoba, donde Al Hakam I le dispensó un honor muy grande al invitarlo a jugar con él a la pelota. A día de hoy puede parecer quizás una tontería, pero esto era uno de los máximos honores que podían existir en Al Andalus en aquellas fechas. 
Cuando vio Al Hakam I que aquel episodio belicoso de su valí había desaparecido, lo envió a la frontera como capitán de Zaragoza con todos los honores. 
La segunda jugada, fue llegar a un acuerdo con Carlomagno, de establecer esta paz del 810 con los límites que hemos señalado. 

El balance del reinado de Al Hakam I es un poco triste para Al Andalus, por la represión interna (aún más, que veremos más adelante), y por la gran pérdida de territorio, ya que a su muerte los estados del cantábrico son independientes y libres, y grandes segmentos de la frontera pirenaica son cedidos también al dominio franco.

Los límites de la Marca Hispánica en el 810, tras la paz de ese mismo año, permanecerían inalterables por 300 años, dando lugar a las diferencias existentes entre: 
- Cataluña la Vieja, provincias de Barcelona y Gerona. 
- Cataluña la Nueva, con las provincias de Tarragona y Lérida. 
Estas diferencias, al mantenerse durante 300 años provocará que en la Cataluña Vieja se hubiese franconizado muchísimo, y es ahí donde surgirá la lengua catalana, ya que esa zona está bajo el régimen cristiano. Diferente por tanto a la Cataluña Nueva que seguirá siendo musulmana, y árabe, con las costumbre propia del país pero con influencia islámica, y aún hoy en día sigue notándose esas diferencias en ciertas cosas. 
La Marca Hispánica que surge en el 810, se dividía en varios condados: 
  1. Barcelona con Tarrasa gobernado el condado a manos del conde godo Bera. 
  2. Gerona con Besalú, por el conde Odilón. 
  3. Ampurias con Peralada con el conde Ermenguer. 
  4. Rosellón con Conflent y Vallespir, gobernado este condado a manos del conde Gaucel/Gaucelmo -ambos nombres son válidos- (hijo de Guillermo de Tolosa). 
  5. Urgel y Cerdaña, con Ausona, gobernado por el conde Borrell (de etnia goda). 
  6. Al oeste Pallars y Ribagorza, que dependían de Tolosa directamente.
Marca Hispánica  en el 806 - Imagen de dominio público

4. Rebelión del arrabal de Córdoba en el 818


Córdoba había logrado con los primeros Omeyas que se incrementase el vecindario, después se amplió por el margen izquierdo del río, es decir, la población de la ciudad no paraba de crecer.
El arrabal, parecía que era un arrabal sin más importancia, pero era un barrio situado frente a la mezquita y frente al alcázar, cerca del lugar de trabajo de mucha gente importante de la época. Empezaron a irse a vivir allí imanes, ulemas, estudiantes, gente del alcázar...etc. Ese barrio comenzó a ser crítico con el emir, porque Al Hakam I comenzó a protegerse muy seriamente, creando una guardia de corps, de unos 2000 militares, procedentes de lugares extraños de Al Andalus y otros sitios: 
- Presos y niños, que criaba procedentes de Cantabria y Vasconia... etc. 
- Gentes de las tierras de los Cázaros (de Bizancio), comprados como esclavos.
- Gentes de Sajonia, reducidos a esclavos y vendidos en Maguncia. 
El principal comprador era el propio emir, hasta llegar a formar una guardia que residía en el alcázar. Eran los llamados mudos (mote dado por la población), porque no hablaban el árabe ni el romance, y no podían comunicarse con la gente común.
Al mando de los mudos Al Hakam puso una persona poca afecta a los musulmanes, el conde de los cristianos Rabí, que era un mozárabe. 

Pues bien, empezaron en el arrabal a protestar cada vez más por los impuestos, y después con más confianza, se les fue de las manos, y empezaron a insultar al emir. El emir no era tan religioso ni era piadoso extremo, ni consultaba a los ulemas y malikies, no quería influencias en su gobierno, y esto era motivo de odio de muchos creyentes y gentes importantes.  
Un día, una persona de este barrio se tomó la justicia por su mano y acuchilló a un guardia de corps del emir, enfadado por todos estos motivos y por los impuestos, se formó una gran revuelta, que ya venía alentada por el malestar precedente. El conde Rabí, enfadado porque habían matado a uno de sus soldados, fue a aplacar la revuelta con mano muy dura, de hecho metió en el arrabal a la guardia del emir y masacró la población. Al Hakam I luego además ajustició y crucificó a cientos cabecillas de la revuelta. 
Los que no fueron masacrados fueron mandados a Fes (Marruecos), aunque otros se marcharon voluntariamente a Alejandría, y de allí pasaron a Creta.  El odio del emir hacia este barrio era tal, que lo arrasó hasta los cimientos, lo labró y lo convirtió en campo cultivable.

Podemos hacer una rápida comparación con la posterior política de su hijo, Abderramán II, quien no quería nada de violencia, más bien buscó islamizar Al Andalus, empezando con que todos aprendan árabe. Primero se preocupó de que se importara de oriente la política Abasí (deja la política Omeya), trayendo todas las costumbres y cosas innovadoras en la época, que venían de Bagdad, trajo cantantes, poetas, modistas...etc., quería inundar a Al Andalus con estas corrientes orientalistas. Creó certámenes literarios, premiando a los mejores, para estimular a los jóvenes a que estudiaran árabe, si lo hacían, podrían ser funcionarios de por vida, todos los que aprendiesen el árabe, ya que abrió las puertas del funcionariado no solo los de raza árabe como antes, sino a todos los que se islamizasen.


5. Los primeros años de vida de la Marca Hispánica: asuntos políticos internos


En este punto quiero destacar también que los francos también tenían revueltas, que puede dar la sensación de que solo en Al Andalus se enfrascaban en luchas fraticidas. 
Empecemos puesto con la paz del 810 y el reparto de las zonas de influencia, los francos, quisieron en 812 someter Huesca, pero fracasaron. Al Hakam I, que estaba maniatado por las rebeliones internas, consideró peligrosas las agresiones por parte de los francos, y firmaron una tregua por 3 años en el 815, tregua que duraría hasta el 818. 
Previamente en el 813 Ludovico había sometido una rebelión en Gascuña, luego visitó el condado de Aragón (nombró a Aznar Galindo como conde Aragón), y también tuvo Ludovico que intervenir en Navarra, más concretamente en Pamplona, para confirmar en su cargo de jefe de la zona a Velasco. 
A pesar de las revueltas que tenían los francos, los períodos de paz eran mejor aprovechados por los carolingios, de hecho Luis el Piadoso desde la corte de Tolosa intervenía continuamente en asuntos hispanos. 

En el Mediterráneo se impuso paz en el 813, cuando el conde Ermenguer de Ampurias, encargado de la defensa marítima de la marca hispánica (hay que señalar que estamos ante la primera flota/armada que está vinculada a la Marca Hispánica), capturó, a los musulmanes de Mallorca, parte de su flota, en la que llevaban esclavos y tesoros, que venían de devastar Civitavecchia. 

El 28 de enero del 814 moría Carlomagno en vigencia de la paz firmada entre los dos reinos. La muerte prematura de sus hijos Pipino (810) y Carlos (811), dejaban a Luis el Piadoso como único heredero del imperio Carolingio. Esta paz con Al Andalus, fue aprovechada por el nuevo emperador, para regular la inmigración de los hispani, que fluían desde el solar hispano a la Narbonense, para instalarse en territorio cristiano. Pero para hablar de los problemas que tenían los repobladores cristianos de la Narbonense, volvamos a dos años antes de la muerte de Carlomagno.
Estos hispani estaban descontentos, porque las tierras tomadas por presura (arrebatar la tierra sin dueño, que el colono se compromete a cultivar dando tributos al rey), que en un principio eran de muy mala calidad, habían mejorado gracias al cultivo y trabajo constante, con mucho esfuerzo, por lo cual las tierras que en origen no eran queridas por nadie, habían alcanzado un valor económico muy grade, suscitando la codicia de condes y funcionarios sobre esas tierras. Estos hispani eran repobladores asentados en la Narbonense, de origen visigodo, que tenían sus derechos propios desde el siglo VIII, como ya vimos cuando capituló Narbona a Pipino. 
Con el paso del tiempo, estos derechos se fueron perdiendo en beneficio de los gobernantes francos, y la generalización de los abusos de la autoridad, hizo que en el 812, fuesen convocado en Aquisgrán tanto reclamantes (los hispani) como los condes de la Septimania (Narbonense), para solucionar los conflictos. Carlomagno en un precepto estableció lo siguiente: 
  • Prohibió imponer censo alguno y tributo a los repobladores. 
  • Ordenó restituirles todo lo que se les había tomado. 
  • Encomendaba al obispo Juan de Arles que informase a su hijo Luis. 
  • Que Luis convocase a sus condes para ordenarles cómo debían vivir los hispani y como debían gobernarlos. 
La constitución de los hispani se publicó el 1 de enero del 815. Aquí se recogía toda la legislación anterior, que había emanado en época de Carlomagno. Pero además se añadían dos artículos: 
  • Si algún hispano venía con sus siervos, el hispano podía juzgarlos en las causas civiles, pero no en las causas criminales, que quedaban reservadas al conde franco que gobernase el territorio. 
  • Si alguno de los hispanos allegados abandonaba la porción de tierra, que bien por presura o bien le había designado la autoridad competente, perdía en ambos casos la propiedad sobre la misma, y esta revertía a la autoridad condal. 
Así pues estaba claro que los derechos de los hispani cada vez eran menores. Esto es importante, porque el poder quedaba atenuado, estamos asistiendo a lo que se llama feudalización, en la cual los gobernantes nobles (condes, abades, duques...) van aumentando su poder, en detrimento del poder real, y cada vez ganando más independencia política, económica y militar.

Pues aquí dejamos la entrada del blog. En la próxima continuaremos con la Marca Hispánica, y como esta marca va adquiriendo cada vez más independencia respecto del Imperio Carolingio.

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