Todas las especies, incluida la humana, han surgido fruto de la evolución. Tenemos pruebas empíricas que verifican la existencia de la evolución. Cuando hablamos de Teoría de la Evolución, conviene aclarar, que la palabra "teoría" es una gran desconocida, y cuando la gente usa este término, suele usarlo como sinónimo de algo no comprobado. Pues bien, una teoría científica es todo lo contrario a algo no comprobado.
Los científicos trabajan con hipótesis, preguntas que se hacen ante determinada cuestión o problema. Para resolver estas hipótesis, se usa el método científico, el cual se basa en la evidencia empírica y la experimentación. De las hipótesis trabajadas se obtienen leyes científicas, que deben ser puestas a prueba, para ver si se pueden rebatir. Y por fin, un conjunto de leyes científicas forman una teoría científica, la cual es usada para explicar una serie de fenómenos y que se ajusta a datos empíricos.
Pues bien, ya a comienzos del siglo XIX se empezó a hablar de evolución. El primer ejemplo es Lamarck, quien dijo que las especies tenían la posibilidad de evolucionar gracias a la "herencia de los caracteres adquiridos". Esto sería tal que así: un cambio adquirido en la vida de un ser vivo debido a una necesidad del ambiente, pasaría a las generaciones futuras. El ejemplo clásico es el de las jirafas, donde si en un determinado momento se produce una sequía, y las plantas que crecen en el suelo mueren, las jirafas solo pueden buscar alimento en los árboles, y para alcanzar la comida de estos árboles deben estirar el cuello. Tras años estirando el cuello para llegar a las hojas, éste se alargaría y las siguientes generaciones tendrían el cuello más largo. Esto realmente no es cierto, no ocurren las cosas así en la naturaleza.
Pero será Darwin quien en el siglo XIX proponga que las especies cambian por la lucha por la supervivencia, es la llamada selección natural. En las especies, entre sus mismos miembros, hay pequeñas diferencias (por ejemplo, entre los hombres la altura, color de piel, musculatura...etc.), y son los individuos más aptos los que sobreviven a determinadas condiciones que les impone la naturaleza. Por ejemplo, en una isla, donde hay pocos recursos alimenticios debido a una sequía, si hay dos personas, y una de ellas mide 1,40 metros, y la otra 2 metros, la persona más bajita necesitará menos cantidad de alimento para sobrevivir, por lo que en caso de escasez, la persona alta morirá, la bajita sobrevivirá y por tanto podrá dejar descendencia. A este planteamiento hay que sumar las mutaciones genéticas. En todas las especies se producen mutaciones, y estos cambios pueden ser perjudiciales para el individuo, beneficiosos, o neutrales. Si la mutación es beneficiosa, esto llevará a que ese individuo tenga más posibilidades de sobrevivir y deje por tanto más descendencia.
Como ejemplo clásico de selección natural, tenemos a las polillas moteadas de Inglaterra durante la segunda mitad del siglo XIX. Dentro de esa misma especie de polillas había dos tipos, las oscuras y las claras. Antes de la revolución industrial, las polillas claras abundaban, ya que tenían más fácil el camuflarse, y las oscuras eran muy raras, puesto que era para sus depredadores naturales (aves) más fácil atraparlas. Con la revolución industrial en marcha, en ciertas zonas la polución era tan grande que las paredes, árboles...etc., se llenaban de hollín negro. Entonces, a partir de este momento, las polillas oscuras tenían más facilidad para camuflarse y sobrevivir, y en cuestión de décadas en algunas zonas era ya casi imposible encontrar polillas claras, que eran cazadas por sus depredadores, volviéndose las oscuras muy comunes. Es un ejemplo de selección natural, como las condiciones naturales obligan a la especie a adaptarse, y los más aptos son los que tienen más posibilidades de dejar descendencia.
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Charles Darwin (fuente: wikipedia) |
La evolución es un hecho constatado, y lo podemos ver gracias por ejemplo al desarrollo del embrión, que pasa por distintas fases de desarrollo (pez, anfibio, reptil...etc.), o gracias a las pruebas de evolución bioquímicas, comparando ADN de distintas especies, se puede saber cuán cerca o lejos nos encontramos filogenéticamente de otra especie.
Vayamos ahora a clasificar al ser humano actual dentro del casi infinito abanico de especies que existen hoy en día. Pues bien, el Reino Animal se divide en dos grandes grupos: invertebrados y vertebrados. Obviamente estamos dentro del grupo de vertebrados. Dentro de este último grupo, pertenecemos a los mamíferos, y dentro de los mamíferos pertenecemos al grupo de primates.
El grupo de Primates se divide en:
- Prosimios: de pequeño tamaño, son noctámbulos en su mayoría, arborícolas...etc., como por ejemplo los lemures.
- Antropoideos.
Pues bien, los seres humanos como es obvio, nos encontramos dentro del grupo de los antropoideos. Ahora bien, este grupo de antropoideos se divide en dos grupos básicos, que son:
- Platyrrhini: son primates de narices anchas, agujeros nasales por lo tanto separados, con cola prensible, etc. Se da en América.
- Catarrhini: se dan en Asia, África, Europa...etc. Nariz estrecha, agujeros nasales próximos y orientados hacia abajo. La mayoría no tienen cola.
El ser humano pertenece al grupo Catarrhini. Pero la clasificación va aún más lejos, ya que este grupo de animales Catarrhini se divide a su vez en:
- Cercopithecous: concentrados en África, tienen cola, como por ejemplo el macaco o el babuino.
- Hominoideos: carentes de cola, masa encefálica grande.
La especie humana pertenece al grupo de Hominoideos. Este grupo a su vez de dividiría en hilobátidos (al cual pertenece el gibón), y homínidos (a la cual pertenece el hombre, aunque también pertenece el chimpancé, dentro de la subdivisión de los póngidos).
Cuando vemos esta clasificación, nos damos cuenta de que es una tontería afirmar que el "hombre viene del mono", porque somos especies distintas. La especie más parecida a nosotros actualmente, es el chimpancé, con la cual podemos destacar ciertas diferencias y parecidos. Parecidos con el chimpancé:
-Oposición índice-pulgar: es lo que caracteriza a nuestras manos. Nosotros tenemos esta oposición solo en las manos, mientras que los chimpancés lo tienen en las cuatro extremidades.
-Gestación larga: un embarazo muy prolongado, con normalmente una cría por parto.
-Encéfalo desarrollado: unos 1500 cc el hombre, y unos 350 cc el chimpancé.
-Visión estereoscópica: vemos en relieve, gracias a la posición de nuestros ojos.
-Comportamiento en gran medida adquirido durante la vida, menos dependiente de la genética.
-32 piezas dentales.
Ahora podemos destacar las diferencias con el chimpancé, que son las siguientes:
-Cráneo de los chimpancés (y de los póngidos en general), es más grueso que el humano, además presenta tres rebordes óseos que nosotros no tenemos, como el torus supraorbital, el torus occipital y la crista sagittalis. Estos rebordes óseos potentes, sirven para que un gran paquete muscular se agarre ahí, con la finalidad de tener gran potencia a la hora de masticar duras raíces o huesos.
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Cráneo de gorila, donde vemos el "torus supraorbital", que es el reborde óseo encima de las cuencas de los ojos, o la "crista sagittalis", que es la cresta ósea en la parte superior del cráneo. (Autor: Didier Descouens, Fuente: wikipedia) This file is licensed under the Creative Commons Attribution-Share Alike 4.0 International license. |
-Los dientes de los chimpancés tienen más esmalte que los nuestros, son más grandes y tienen más superficie masticatoria. Los dientes de los chimpancés están posicionados en forma de 'U' cuadrada, mientras que los nuestros en forma de arco parabólico. Además los póngidos en general tienen los colmillos más grandes que los demás dientes, y precisan de un hueco llamado Diastema para el encaje de los colmillos, cosa de la cual nosotros carecemos. Y por último, respecto a los dientes, los póngidos tienen el primer molar más pequeño que el tercero, siendo en el ser humano a la inversa.
-El foramen magnum, que es el hueco del cráneo por donde sale la médula espinal, en los hombres está en el centro de la base del cráneo, y la cabeza se mantiene por equilibrio, mientras que en un chimpancé no se encuentra en el centro de la base, y la cabeza depende mucho más de la musculatura para sostenerse.
-La columna vertebral humana tiene forma de 'S', mientras que la de los póngidos es en forma de arco.
-Respecto a las extremidades, los hombres tienen las piernas más largas que los brazos, siendo en los póngidos esto al revés.
-La cadera del ser humano es corta y ancha, posibilitando la bipedia, mientras que en los chimpancés es larga y estrecha, más adaptada a la cuadripedia.
Concluyo esperando que haya quedado claro que el hombre no viene del mono, ni del chimpancé, y como somos especies distintas con caminos distintos, aunque con un antepasado común, eso sí, aunque eso lo veremos en la siguiente entrada de este blog.
¡Feliz Jueves! - Hacer historia, aprehender la historia, aprendes la historia
19/Noviembre/2015
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